Ella sobre mi lecho

Siento tus pies helados sobre mi cuerpo,
los siento descalzos
y saboreo la sal de esos lejanos océanos

No sé por qué has regresado,
más siento que ya no es grato.
no es placentero ver tu lastro,
tu color fúnebre, tu sonrisa, tu rostro magno.
Ya no eres mi lúgubre placebo

Siento aun tus pies descalzos,
te siento sangrar, irrigar mi campo.
Siento tu fin cercano
y se que te excita saber que tu corazón
es cóncavo y desolado sin mi.

Ahora tus pies son blancos,
semejantes a raíces de un árbol seco,
seco por dentro como roca en arroyo.
Raíces que tratan de tocarme para pedir perdón,
para subsanar ese pecado pasado.

Fue hace tanto y la herida duele,
sangra cada vez que lloro,
cada vez que recuerdo tu puñal de odio verde.

Tus raíces me tocan, me enmarañan,
me atrapan como flores de enredadera
y tus espinas calan toda mi piel ajada
para brotar al fin
el amor que con mi muerte trataste de negar

 

Esta vez su poema tiene tinta negra de tristeza, de desolacion y dolor, es bueno verlo desahogandose en letras como usted dice como enredaderas espinosas, como lianas que se envuelven y estrangulan arboles gigantes, donde llegar al dosel resulta mortifero para uno y acogedor para otro...

Un gusto eterno el de pasar por su espacio Guerrero

Saludos

 

No se si fue a propósito, pero, el primer verso que habla de los pies helados, me saben a rechazo… me gusto hermano, bien pulidos.

Abrazos
Chepeleón

 

tiene tinta negra o veneno negro, uno nunca sabe lo que nos aguarda los brebajes de ese color
un honor señorita
ius

 

es muy amable sentir su pasar señor
ius

 

Interesante escrito,
de esos que se escriben
desde una tercera perspectiva
siempre vemos mejor los que no pasa
sin saltamos la cerca, el caballero
tiene un nuevo collage su pluma,
me gusta sí.
Saludos​

 

la pluma esta rota pero la perspectiva desde un costado del camino es más agradable señorita. espero que lo siga sabiendo
ius

 

Excelentes metáforas, me transmitió engaño y rencor. Algo de desolación.

Muy bueno.

Saludos

 

Se agradecen los versos que cuentan algo, esos que saben que en algún momento tendrán un principio y un final. Un motivo, un sufrimiento, duda y razón de que la vida a menudo nos pone a ensayar pruebas de muerte. Y a veces el corazón sangra y uno quiere tratar de olvidar el motivo porque lo hace. Y pensar tal vez que ese corazón de siempre ha sido una fuente erigida a los males de olvido, y que algún día un terremoto se llevará consigo las desgracias, y la vida, y todo lo que un día no debió ser.

Tal vez.

Saludos amigo. Es un placer tenerlo de vuelta.

 

y en todo ese odio hay amor...
siempre es una paradoja ese sentir
ius

 

es bueno saber que le gusta lo que tiene un final y un principio. creo que los dos concordamos en eso. esperemos los temblores para remuevan la tierra humedecida
gracias por pasar
ius