yo no quize perderte, amiga mía

Yo no quise perderte, amiga mía.




Como quien escala una montaña
y vuelve la vista a contemplar
la grandeza de la tierra,
asi contemple en lontananza
los primeros años de mi infancia.

Yo nunca quize que te fueras
llevándote las fértiles tardes de mi existencia,
el manjar de nuestros sueños
que conquistó nuestra inosencia.

Nuestros días fueron como el mar azul
como la alegre primavera,
nos llevaron ellos en un viaje increible
y nos regalaron la ilusión primera.

Adiós a los cuentos de hadas
de jinetes en caballos blancos y princesas encantadas.
Crecimos descubriendo las verdades escondidas
en los febriles días de nuestra adolescencia efímera,
bajo la sombra de un mismo árbol
bebiendo juntos del agua de la vida.

Yo nunca quise que te fueras
como la primavera con sus flores bellas,
como las tibias noches de luna llena
que cobijaron nuestras promesas.

Yo nunca quise que te fueras
amiga mía, nunca quise perderte
y sin embargo fuí yo
el primero que tuvo que partir.​