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Vida en el pequeño estudio

Tema en 'Poemas Generales' comenzado por jlrecionet, 14 de Julio de 2009. Respuestas: 1 | Visitas: 420

  1. jlrecionet

    jlrecionet Poeta recién llegado

    Se incorporó:
    13 de Abril de 2009
    Mensajes:
    63
    Me gusta recibidos:
    3
    La casera vive en Francia 365 días al año
    y a mi no me arregla la diminuta
    televisión por cable.
    Pero hay buena música en la radio: Chopin, Hayden,
    tal vez algo de Mozart,
    pero no lo distingo.

    La casera vive en Francia
    y ésta ya no tiene el frondoso bigote
    circense de la anterior,
    ni su querido hijo estudiante
    frotando su cabeza con la granadina
    cada domingo,
    ni tiene un hijo que hace de su habitación
    su abadía de sopa rancia y música barata.

    Ahora nadie me saluda
    en mi pequeño
    estudio abuhardillado
    que cuando lo vi por primera vez pensé:
    ¡Dios!¡Aquí tendré problemas con los vecinos!

    Pero me siento
    LIBRE
    como se dice en las novelas históricas
    de rastrillo
    de algún escritor de segunda fila
    que va al cine al cine
    el día del espectador
    en busca de la inspiración,
    tal vez para tocarse,
    tal vez para ver tocarse
    a las demás parejas
    en la fila de los mancos.

    LIBRE como en las películas mudas
    de los años 20.
    LIBRE como el plumilla
    que se cree genio
    y baila el vals
    de lo corazones rotos
    con tres prostitutas
    en una habitación que no puede
    si quiera pagar.
    Pero esas prostitutas
    son grandes meretrices.
    Y no hacen su trabajo.
    Beben, bailan y se ríen
    por unas horas
    de la inconsciencia ajena.
    Y eso está genial
    para olvidar el verbo latino
    del verbo piérdete en la inmundicia:
    YO SOY LA INMUNDICIA.

    Uno lee en los labios
    de esas señoritas:
    "piérdete en mis hendiduras
    y comienza por mi liguero de naylon".
    "Uooohhhh".
    Y la gente ya no acude a mi piso del centro
    ni me pide consejos,
    porque tal vez no los necesitan,
    pero soy bueno con los consejos oye.

    El gato no bebe la leche
    que le dejo en la repisa,
    y los vecinos marroquíes
    ya no joden todas las noches.
    Algo está cambiando en mi pequeña vida de corcho
    porque todo sigue flotando
    pero hay partes que ya no veo a mi alrededor.
    Y la música clásica sigue sonando,
    y cada vez estoy más loco
    y más LIBRE.

    Hace tiempo que el calor de las mujeres
    se enfrió al descorchar cada botella de champán.
    Ya no creo en la gente.
    No al menos como lo hacía cuando era más joven.
    Aprendo a leer mis errores en sus ojos
    antes de increparlos,
    para intentar equivocare con más razón,
    pero eso es algo que se pierde
    como una pequeña hoja
    en un gran lago de tristeza espumosa. Y de cerveza.

    El euro es al cambio lo que la lira al dólar
    y al yen. Y todos contentos y sonriendo pasando por caja.
    ¿Dónde está la Casablanca de las películas
    y la música del güeto,
    y aquellos violinistas maravillosos
    que se esfumaron de la pena del badajo
    cuando tocan las 12 de la noche?
    Hay algo que empieza a perderse en la historia,
    y los historiadores dicen:
    "la gente, memoria histórica viva, se va muriendo".

    La gente compra, se resiste a envejecer,
    y el teatro de la calle cada vez suplanta más
    a la delicadeza
    y espontaneidad
    del de dentro de los garitos:
    hay una pugna,
    de uno por parecerse a otro.
    Uno es la vida. El otro, también,
    pero ya no importan los actores,
    importa actuar,
    y se actúa mejor fuera que dentro.
    Es el ritual que hay que ver
    sin sentarse con las luces apagadas
    porque todo echa a rodar sólo
    sin el reloj en la mano.
    Puedes ser un testigo de excepción
    o la excepción.
    Esa es tu buena decisión,
    así que piensa bien lo que vas a decidir.

    Pero yo me siento LIBRE,
    plantando una semilla en ningún cuerpo,
    en el vacío,
    en el registro de un papel blanco,
    más blanco que volver
    de conocer a la muerte
    y estrecharle la mano
    mirándola a los ojos.

    Me siento LIBRE
    en 40 metros cuadrados,
    con mi pequeño colchón de risa,
    con mis cervezas a media noche
    y escribiendo la muerte de los toros
    en su cornamenta de sangre y fuego.

    Y, por algún motivo,
    el mundo loco
    empieza a adelantarse a mis pasos,
    a inclinarse,
    a pedirme la hora
    y tocarme el hombro
    con la mano equivocada,
    a inclinarse, vaya.
    Y ahí es cuando no confío en los ojos
    en que no pueda caerme
    sin poder asomarme primero,
    en los ojos que hay fuera preparando
    algún tipo de baile,
    en los ojos que están más allá
    de este submundo
    con el que me encuentro
    cada noche que escribo
    y me siento LIBRE.
     
    #1
  2. Orlan

    Orlan Poeta que considera el portal su segunda casa

    Se incorporó:
    18 de Noviembre de 2008
    Mensajes:
    2.832
    Me gusta recibidos:
    68

    Buenas escenas!!

    "
    Me siento LIBRE
    en 40 metros cuadrados,
    con mi pequeño colchón de risa,
    con mis cervezas a media noche
    y escribiendo la muerte de los toros
    en su cornamenta de sangre y fuego."

    Saludos!!!

     
    #2

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