Vamos a fingir sutileza.

Vamos a fingir sutileza.
Vamos a jugar a devorar lo placentero de nosotros,
que el rocío que riegas en mi rostro sea de hoy,
que la mañana en que me diste tu llanto, sea un pasado, un pasado mañana…


Yo toco tus ojos, los rasgo suavemente, sin causarte ni suspiro.
Yo te veo con esa nariz respingada.
Yo sueño con los velos de tu cama,
con lo in fraganti de esas sábanas.


Yo voy surcando esos mares albinos de dulzura.
Moviéndome de lado al lado,
serpenteando en tus rodillas.
Yo llego a la mina de perfumes incoloros.
Al velo de tu amor,
de esos labios ponzoñosos que me hacen penetrar en el furor de nuestro amor.

 

Vamos a fingir sutileza.
Vamos a jugar a devorar lo placentero de nosotros,
que el rocío que riegas en mi rostro sea de hoy,
que la mañana en que me diste tu llanto, sea un pasado, un pasado mañana…


Yo toco tus ojos, los rasgo suavemente, sin causarte ni suspiro.
Yo te veo con esa nariz respingada.
Yo sueño con los velos de tu cama,
con lo in fraganti de esas sábanas.


Yo voy surcando esos mares albinos de dulzura.
Moviéndome de lado al lado,
serpenteando en tus rodillas.
Yo llego a la mina de perfumes incoloros.
Al velo de tu amor,
de esos labios ponzoñosos que me hacen penetrar en el furor de nuestro amor.



Un poema para sacar de la oscuridad. No podía permanecer en las tinieblas , pasar desapercibida su riqueza expresiva ni su recorrido por los abismos o las zonas paradojales del amor.


Un poema de Calle, que no podía estar encerrado ...

Estrellas como llavecitas y un abrazo porteño.