Una roca cualquiera...

No era más que una roca cualquiera
hasta que grabaste tu nombre en mi superficie...
Y aunque no supe qué significaba,
poco a poco entendí que eso no era importante...
Porque sin saberlo, se convirtió en la razón de mi existencia.

No era más que una roca cualquiera
hasta que dicidiste convertirme en tu apoyo cuando no sabías adónde ir
y aunque no supe protegerte del viento y de la lluvia...
Descubrí que te libraba del tormento que destruía tu alma.

No era más que una roca cualquiera
hasta que tus lágrimas hicieron de mí el reflejo de tu dolor
y me enseñaron tanto sobre tu vida
que aprendí a quererte en silencio.

No era más que una roca cualquiera
hasta que impregnaste en mí tu aroma
y te adentraste en mi ser.

No era más que una roca cualquiera
hasta que dejaste de venir
y te empecé a extrañar.

No era más que una roca cualquiera
hasta que te escuché pedir un deseo a las estrellas
y quise convertirme en una para podértelo cumplir.

No era más que una roca cualquiera
hasta que quise ser algo más que una roca
cuando te vi desaparecer en el horizonte...
Y supe que no ibas a volver.

Quiero ser más que una roca...
Quiero ser la sombra que te acompaña
Aún cuando no sepas que existo por ti...

 

bella entrega incondicional en su poema, un error de dedo por ahí, grato leerla

 

Me gustó mucho tu poema, es ver las cosas de otro modo, me ha hecho pensar en tantas y tantas cosas. Ha sido un grato placer leerte. Un abrazo.

 

Un poema inteligente, muy expresivo.
Felicitaciones Marian
Un abrazo desde España
josepanton

 

Gracias por sus comentarios, es bonito saber que uno no está sola después de todo.