Una niña ha muerto

Una niña ha muerto.


El ritmo de su pena
se anudó como una trenza;
mientras su alma inmutada,
vaga errante de tristeza.
Es el malestar del hombre
cuando pierde a su princesa.
Fue la desesperación,
grito de dolor e impotencia;
al no aceptar que su hija
tenía su cuerpo muerto;
...tan grande es el amor,
como grande el sufrimiento,
que las campanas del pueblo
no dejaron de sonar;
mientras en cada esquina se oía:
¡Señores una niña ha muerto!.
¡Está su padre tendido, rasgando el suelo con sus brazos;
pidiendo al dios del cielo, que se lo lleve de paso!.
Sin lágrimas en el cuerpo,
ni voz firme de su lamento
se ve al hombre muy herido
y sin poder caminar...
¿qué pasa? -grita una dama-,
""lo llevamos al hospital,
que se ha cortado las venas
y pronto dejará de sangrar"".
El padre murió en la escena y,
el asesino perdido,
ha eliminado dos almas,
con sólo un crimen cometido.


Edwinpaul.​

 

Me has dejado sin palabras con esta prosa poética en la que describes un hecho de tal magnitud. Te dejo reputación excelentemente merecida, millones de estrellas y mi visto bueno en FB. Saludos en la distancia.