Una lagrima de un huracán

Ave en llamas, aguarda tus alas blancas y tus sedosas plumas;​

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los bocados desgastando al viento con tu último aliento​

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estallando cada burbuja mil mañanas y en mil días.​

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Oasis forjados en lágrimas, aislados, por un páramo desierto al frío,​

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hirviendo en el final​

​

y en la nada​

​

el invierno​

y las nubes polvorientas
​

gorgoteando en las minas,​

​

en un rojizo valle de un acantilado hundido​

​

montañas frondosas, y más ríos colmados de sangre​

yaciendo un cementerio de rosas​

podadas

ardientes aves y llamas heridas
​

Buscando de una vez un suelo al menos poco firme para sopesarlo.​

 

Hermosura preciosa de poesía magnífica.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

Hermosos versos. Siempre he sentido una grata sensación cuando se hace un poema sobre las aves.
Muchas felicitaciones.

 

Me alegro que te haya gustado mi sándwich de paloma.
Gracias y un saludo.