Un día de campo

Un día de campo (norte del Perú)

Sol que secas las pieles animales, tostadora de tierras y sudores
Cantas en mi Tierra con melódica y radiante fuerza, silban los pájaros ligeros

Tierra mojada, rica alfombra fecundada
En ti las huellas campesinas su energía vital reposa.
La sed que inunda tu inmensa boca, a ratos saciada
En ti la acomedida gracia servil y risueña, de tierna esposa

Flechas de lluvia hieren el campo cálido
La última polvareda nos despide, fragancia de hojarasca lana y pieles
Bañados troncos lloran alegres sobre un piso de humus
Insectos briosos juguetean, las flores bailan con alegres decibeles

El lienzo celestial con un conjuro de colores, dibujo
Agua y luz encantadas para la promesa de dios

Hechizados por el viento fresco de una tarde edénica y nostálgica
Se despidieron las ramas muertas y alegres del campo fértil
Dentro de sí, todo nace con vitalidad mágica
Adiós campo y flor, adiós tierra y sol me llevo mi corazón servil.​

 

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Gran obra, una preciosa poesía, muy bella.