Un beso, un adiós

Un beso bestial, un ósculo con falsa
intención, una mirada perspicaz
llena de embrujos perplejos y
hechizos vacilantes.

La sutileza de sus dedos, de sus
labios… Su respiración me corroe,
me envuelve, me conserva en un
suspiro, sólo un acto de perfecta
agonía, sin palabras de por medio,
es una provocación carnal.

Usted me hace elevar mis sensaciones
más ardientes y hermosas, usted
es mi pecado, la culpa más fascinante.
Béseme, así podre recordarle más
cuando haya partido, su cobardía
es tan persistente que he comenzado
a odiarle.

Asegúrese de besarme porque
después lo deseará y mi promesa
ha sido no volverle a ver. Puedo
oler ya su ausencia, siento como se
derrumban mis alientos.

¿Cuáles son sus motivos de huida?
No pretendo detenerle ni aprisionarle…
Béseme porque el vacio se vuelve
inédito e inevitable, no pare de
hacerlo porque se convertiría en
un perverso asesino.

Caigo inerme al ya no profesar sus
besos, se desvanecen mis fuerzas, y
el corazón se detiene en un lamento.

 

En unos versos tristes pero muy hermosos dejas plasmado todo tu sentimiento y emociones y se disfruta. Saludos cordiales.

 

Me pareció interesante el uso del "usted", no estoy seguro de la razón de ello, pero ciertamente abre la puerta a distintas apreciaciones de parte del lector.
Saludos,
Guderio

 

Gracias, saludos.

 

wow me encanto la sensualidad que envuelve tu poema,una suplica llena de angustia y bañada en melancolia pero no por eso menos bella
un placer leerte ,saludos

 

Gracias por tu tiempo en leerme