Tu café y yo

Hoy que miro la espiral que deja su cosmos,
la espuma silenciosa girando como si buscara
en el fondo de la taza la raíz de un nombre,
el humeante gesto del líquido, su aroma pertinaz
de especia y luna, la cuchara que revuelve la memoria
de los granos hecha de árbol y tiempo, el azúcar
como cristal que ha llovido sobre su piel amarga;
yo quisiera navegarlo, vivir en él, ser para ti el gusto
que permanece en el interior de tu boca antes de irte.

 

Un café, sobre todo en tiempos de frío, realmente puede invocar la versatilidad de la pluma poética.
Es un gusto leer tu inspiración profunda a partir de las situaciones más simples.
Un abrazo.

 

Muy sensual poema señor Ramón y felicitaciones también por su mejoría digo, si anda escribiendo estas cosas.

 

Es un precioso poema donde los pensamientos y la imaginación van tomando forma en la taza de cafe.
Un abrazo.

 

Sensaciones bellas. Saludos Penab57

 

Los poemas también pueden vivir en la intimidad de los instantes. Gracias, amiga, por la visita y el comentario. Un abrazo.

 

Vamos mejorando, sí. Un buen café también ayuda. Gracias, Gustavo. Abrazos.

 

Bebería barcos de atardecer quien te bebiera en su café, amigo Ramón. Imagino que pides el tuyo sin azúcar para endulzarlo con ojos.
Gracias, es maravilloso volver a leerte.

 

Gracias, Laly, por dejar tu huella en este poema. Un abrazo.

 

Gracias, Antares, por la lectura y el comentario. Un saludo cordial.