Tres celebraciones

Hay dos actividades paralelas a mi humana existencia a las cuales considero “grandes celebraciones”: sentarme en una cómoda butaca en el cine o en mi hogar para deleitarme con una buena película sin importarme su procedencia, ya sea comercial o independiente, y de la fumada de exquisitos cigarros dominicanos, acompañado de amigos que como yo disfrutamos de esa compleja devoción, que entre volutas y concesiones nos trasborda a los horizontes del placer. Si en una escala de valoración del 1 al 5 se me indagase que cual de estas “gestiones de placer” es mi favorita, elegiría ambas con el número uno, las dos en igual medida son motivadoras de mi alegría de vida y aunque en cuestiones sensoriales se presenten en diferentes formatos, sospecho que se interconectan en un determinado intervalo para hacerse uniformes a todos los puntos de las inherentes emociones humanas.

Llevo 18 días consecutivos trasladándome en mi vehículo por la autopista principal que conecta a mi ciudad con el Distrito nacional, hace exactamente una semana del “encuentro cercano” (aludiendo a la película de Steven Spielberg del año 1977). No es de mi agrado el hecho de trasladarme tan seguido a la metrópolis capitalina, pero desafortunadamente los tantos compromisos del momento me obligan a hacerlo con mucha frecuencia, no tengo más remedio que aceptar mi condición de gerente de ventas de nuestra tienda de decoración y muebles importados, fundada por mi padre en el año 1982 y actualmente administrada por mi hermano mayor .Lo que más me gusta de la ciudad capital es poner de frente y en marcha mi camioneta Toyota para retornar a mi jurisdicción sano y salvo. La soledad en la autopista además de riesgosa, suele ser esa incómoda pasajera que me provoca una espesa angustia, sobre todo en esos largos tramos donde por largos minutos de camino no diviso ninguna presencia de mi “homologa especie “,sólo música para distraerme. A veces me hago acompañar de uno que otro conocido, pero no siempre consigo convidarles a adherirse a mi “calvario de solitud vial”.
Un día lunes, salí muy temprano de mi domicilio ubicado en las afueras de mi pueblo, una hermosa zona urbanizada desarrollada al pie de la falda montañosa. Serían las 3:30 am cuando abordé mi vehículo. A los próximos 20 minutos estaba incorporado en la prolongada alfombra de pavimento asfáltico para cumplir con lo programado para ese día.
Al brotar el alba fuéronse aclarando los habituales detalles de la diurna reincidencia visual; inmóviles perros realengos c/u dispuesto en sus respectivos charcos de sangre, vendedores de: coco, batata asada, semillas y dulce de cajuil, guayaba, ajonjolí y raspadura , mangos banilejos, quesos de hojas, caimito, sartas de cangrejos o de mandarinas, lechoneras, evidencias de anteriores accidentes o policías de camino perdiendo el tiempo o cometiendo alguna mala acción , fugaces chubascos y varios kilómetros más adelante los largos tramos que definen mi “calvario de solitud vial”. Anticipadamente había organizado con exactitud matemática todas mis diligencias y según mis cálculos, estaría regresando a tiempo para regocijarme con una de mis dos “grandes celebraciones”. Me enteré vía el periódico digital que ese mismo día y al siguiente, sería comentado por el reputado especialista Adolfo Eragón y posteriormente proyectado en una de las 12 salas que comprende el circuito cinematografico ANTILLEAN BAD BOYS CINEMAS el más reciente filme de Woody Allen A Roma con amor, dichas salas están ubicadas en el recién inaugurado complejo comercial CANABISCOKE PLAZA AND HOTEL. De la avenida del prado azul.

Ese lunes al regresar de la ciudad capital, hice un stop “técnico-sistemático” cerca del km 73 en el reconocido parador LOS TRES HERMANOS, para tomarme unos minutos de descanso , pasar al baño, lavarme la cara, comer algo ligero, comprar galletas de manteca, yogurt con frutas, algunos dulces y el queso blanco de freír que tanto gusta a la familia. Renovado y conforme con la administración de mi tiempo reanudé el recorrido pensativo, pero…….. despejado.

Hace tiempo que señalo, que para un aficionado a guionista y/o director empezar con buen pie en el enmarañado mundo de la cinematografía, inicialmente lo que debe hacer es analizar las 45 películas que conforman la filmografía del actor, guionista y director Woody Allen, y“después hablamos”. Reinventar, saborear y coexistir con ese inagotable torrente donde han bebido tantas autoridades del séptimo arte universal. Es que el señor Allen, ese hombrecillo hipocondríaco de débil fisonomía desde 1965 con ¿Qué tal, Pussycat? (What's New, Pussycat?), hasta el 2011, con Medianoche en París (Midnight in Paris) ha mantenido esa vitalidad, ese encanto, esa capacidad para poetizar con esmerada ironía y frialdad, ridiculizando la cotidianidad de la misma sociedad de donde emerge él mismo con sus historias. Un ex amigo me dijo una vez y con toda razón que “las malas influencias solamente son malas, cuando son malas influencias”. Quiero esclarecer que el hecho de que Woody Allen sea mi cineasta favorito, no significa que deba ser el favorito de ustedes, es solo mi juicio particular y ni siquiera tengo que defenderlo………! Gozo con las buenas películas! sin importarme su procedencia,…. tanto….., pero tanto, como con la fumada de los exquisitos cigarros que se producen en mi país.

Cuando estoy en frente de una pantalla cinematográfica me transfiguro, no tolero interrupciones, salvo cuando voy con mi mujer y los chiquillos a ver alguna producción infantil en boga; pues perder la hilaridad de la película, me saca de concentración. Prefiero desertar del espacio generalmente malhumorado.Presisamente hoy hacen 20 días que estuve con mi esposa en el cine y terminé esperándola en el estacionamiento dentro de nuestro carro hasta que terminó la excelente producción del 1988 CINEMA PARADISO, una obra maestra escrita y dirigida por el italiano Giuseppe Tornatore, ¡qué barbaridad caaaarajo! , la bendita mujer se empecinó en trasladar a mi santuario particular, una acalorada discusión que comenzara en nuestra casa motivada por la pérdida de mi aro matrimonial, sortija que luego apareciera tres días después en un recoveco del baño principal. Aunque mi mujer también adora el cine, Prometí frente a ella y los dioses: Pedro Almodóvar, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese , Alejandro Amenábar, Stanley Kubrick y otros seres supremos del Olympus entertainment of the seventh art, que jamás volvería a acompañarla a una sala de cine. No abundaré mucho sobre el placer de la fumada de nuestros excelentes cigarros dominicanos, mas puedo asegurarles que esa pasión por el tabaco bien asumido, vive conmigo desde mi niñez. Nací en una zona puramente tabaquera y tuve la oportunidad de ver con absoluta probidad todo el proceso requerido para enaltecer la calidad de este producto líder de mi país, desde la selección de las semillas para la cosecha inicial del tabaco hasta el producto final, la fina artesanía de un cigarro dominicano. Este constante contacto con la industria del tabaco me ha permitido conocer al dedillo las firmas más reconocidas en materia de calidad, pero el buen fumador siempre termina vinculando su paladar a una marca específica.

El “encuentro cercano” comenzó por originarse a pocos metros del km 25. En el tablero, un cronómetro digital marcaba las 7:16 pm. Tropecé inesperadamente con una rara atmosfera cuasi-barroca con pinceladas góticas de inusual cromatismo, pálidos grises, negros y blancos abigarrados, una luna extrañísima y unos árboles retorcidos imbuidos en espesa niebla. Después de sorprenderme algunos segundos , deduje a posteriori que el director, productor, escritor y diseñador estadounidense Tim Burton y todo su equipo humano de ambientaciones cinematográficas , estaban escondidos muy cerca y que conociendo ellos lo mucho que me emocionan sus peculiares y teatrales montajes de ficción, consideraron por voto unánime agradarme, poniendo en mi camino aquel imprevisto “regalo hollywoodense” donde se rodaría la efímera aventura de dos extraños, que terminaría en un estacionamiento vehicular de una plaza comercial. Detuve mi vehículo, desmonté para apreciar más detalladamente el ambiente Burtonniano, empero tras un destello de fulgurante fosforescencia había cambiado en lo absoluto el panorama antes descrito, a manera de onírico efecto especial. Ahora aparecía yo parado sobre una gigantesca escenografía dotada de la más novedosa tecnología de punta de la vanguardia luminotécnica; ataviado de un refinado esmoquin, con un traductor asignado y de frente a un auditorio de exquisitas celebridades, que esperaban en silencio por mis palabras de agradecimiento; micrófono en mano, improvisé este discurso que viene a continuación:
Primero, las gracias a Dios que está en todas partes y al célebre Tim Burton que está en mi país, razón por la que no se encuentra en este auditorio en estos momentos. El junto a su experimentado equipo de profesionales del montaje y la producción cinematográfica, han viajado a mi nación República Dominicana para favorecerme con una costosísima instalación que en poco minutos servirá como escenario a un “encuentro cercano” del que seré protagonista y testigo, quizás momentos después de terminadas estas palabras. Me llena de orgullo y emoción su amabilidad para conmigo ,espero ulteriormente que como el señor Tim Burton lo ha hecho conmigo, otras personalidades del cine cosmopolita, se animen a hacerlo con toda esa claque de presidentes y funcionarios responsables del empobrecimiento y el abandono de nuestras mal llamadas naciones tercermundistas , estoy seguro que la inmediata distribución de estas estructuras pseudo-realistas en numerosos puntos neurálgicos de nuestros desolados países, podría servir de beneficio personal a nuestros apáticos estadistas, para que nuestras patrias sigan sumergidas en los más escabrosos agujeros de nuestras irreversible miseria . Se pueden construir bellas falsas fachadas de viviendas de clase media para insertarlas en los cinturones de miseria y así engañarnos nosotros mismos facilitando a los turistas una buena-falsa impresión de bienestar. De esa misma forma se podrían construir falsas fachadas de viviendas modestas para disimular las fastuosas mansiones de los grandes cleptómanos que nos gobiernan, para que el pueblo no tenga la menor sospecha del despilfarro que hacen nuestros malhechores con el erario estatal. Del mismo modo se pueden insertar enormes dioramas a la escala humana, de bosques, ríos y cordilleras para ponerlos en las amplias zonas desforestadas por nosotros mismos y por las compañías mineras que a módicos precios compran nuestra conciencia y nuestras zonas montañosas para explotarlas sin medidas, dejando detrás una estela de destrucción insalvable. Se puede construir todo un universo ficticio, donde todos podamos vivir dignamente manipulados y desfalcados, pero en paz, para que en nuestras futuras generaciones, también se sigan reproduciendo estos incoherentes ejemplos de desfachatez gubernativa. Agradezco a algunos líderes del mundo asesinados por el sistema, que se encuentran en el auditorio, a John F Kennedy, Florinda Soriano Muñoz Mamá Tingó, Martin Luther King, Mahatma Gandhi, Chico Mendes, Facundo Cabral, JOHN lennon ………gracias por su presencia. También mi gratitud para mi entrañable amigo, el afamado director y productor Christopher Nolan, quien penetrando magistralmente en las profundidades de mi subconsciente y basándose en su filme El origen (Inception 2010) me ha proporcionado este sueño del primer nivel, gracias, gracias de todo corazón.

Una vez terminada mi emotiva alocución, con rotunda emoción y con mis ojos húmedos y cerrados a la vez, oí como el público me ovacionaba entre aplausos y bullas que ligeramente fueron precedidas por un amortiguado silencio. Al abrir los ojos mi asombro superó todos los límites de mi imaginación, ahora experimentaba, lo que yo llamaría una transfiguración morfográficoanatómica instantánea, o sea, alguien desconocido por mí, se había tomado la libertad de convertirme en un dibujo animado de ese gran maestro japonés Hayao Miyazaki. Podía ver claramente los efectos de esa sucesión de dibujos de que se valen los expertos dibujantes para dotar de movimiento los animés tradicionales. Era una sensación extraña, pero bastante divertida. Ver esa estela repetitiva de mis yoes y de otros personajes creados por el genio japonés que desfilaban en mi honor en esta trama mágico poética, fue sin dudas una de las más inolvidables experiencias a mis 47 años de edad. Tuve la oportunidad de ver muy de cerca de la princesa Mononoke al lomo de un regia y briosa loba de dos colas, al inigualable Totoro y sus fieles amigos a bordo del gracioso Gato autobús, a la pequeña Chihiro y sus padres escoltados de una curiosa piara de rollizos cerdos y techados por un infinito ejercito de figurillas de papel blanco que planeaban al unísono por encima de todos nosotros, a Ponyo la niña pez en una maravillosa pecera flotante con el agua salada contenida por una especie de escudo impalpable, donde pude presenciar las diversas creaturas oceánicas que conformaron el elenco de la más reciente producción de los estudios Ghibli ,realizada en el 2008, PONYO EN EL ACANTILADO. Así fueron desfilando ante mis grandes y redondos ojos de animé japonés, todo el universo Miyazaki, un espectáculo irrepetible con definidas y surreales imágenes en 3D de mí mismo y de todas esas fantásticas y exclusivas creaciones que tanto nos han maravillado a través de los años. Como conclusión o cierre y para enfatizar más a cabalidad mi embeleso, advertí en la lejanía como se acercaba por la inmensa sabana aquella espectacular superestructura parcialmente metálica que expulsaba vapores blanquecinos por todas las chimeneas que la conformaban, era semejante a una construcción con aparente morfología de dragón, con algunos balcones techados de tejas rojas con pasamanos de hierro y un sinnúmero de puertas y ventanas de varias dimensiones. Caminaba sobre cuatro patas articuladas muy desproporcionadas similares a las de una gigante ave de rapiña, con unas garras retráctiles que se aferraban con firmeza al verde de la extensa llanura. Aquella maravilla mecanizada parecía tener vida propia, todos sus desiguales volúmenes encajaban a la perfección y se movían independientemente, además tenía en ambos lados dos mecanismos en forma de aletas que le daban al edificio una atmosfera armónica e inverosímil estabilidad. Se trataba nada más y nada menos que del CASTILLO VAGABUNDO. ……no lo podía creer, tal fue mi sorpresa que hasta quise quedarme de polizón y para siempre, ya empezaba a disfrutar en a plenitud mi presente apariencia cartoonesca. Pero un semáforo ultra hipnótico me revelaba una luz verde que me daba paso para penetrar por un pórtico monoprotoplásmico , que probablemente me llevaría hacia otra nueva dimensión desconocida. Pero no ocurrió de esa forma, otra vez y como a manera de Déjà vu aparecía de nuevo en la rara atmosfera antes descrita que me proporcionara el señor Burton y su gran equipo. Al retomar el camino y como a unos 50 metros de distancia pude distinguir en la obscuridad el perímetro anatómico de una joven mujer que se aventuraba a orillas de la autopista esperando que algún samaritano se dignase en recogerla; en seguida me orillé a la derecha y a señas la invité a abordar mi vehículo. Sin pronunciar una sola palabra la mujer trepó a mi pick up 4wD y continuamos por el camino callados como dos Moáis de la Isla de Pascua, no se me ocurrió ningún diálogo, tampoco podía distinguir con claridad su fisonomía, pues en ese preciso instante el señor Burton, como para darle más misterio a esta escena, ordenaba a los técnicos una penumbra más densa………. me torné indiferente a su presencia.

Llegar al km 16 me da sensación que estoy entrando a mis dominios, sabía que con suerte,estaría en los próximos 20 minutos, estribado en una cómoda butaca reclinable examinando el nuevo filme del famoso talente judío-neoyorquino, y aunque en el interior de mi vehículo se encontraba sentada una desconocida, entendí que de todos modos debía agotar a rajatabla, mi exclusivo itinerario. La rara atmosfera cuasi-barroca con pinceladas góticas se había disipado lentamente y en los minutos subsiguientes estábamos fuera del vehículo en el estacionamiento del recién inaugurado centro comercial. Fue ahí cuando pude verla detalladamente, su piel era absolutamente obscura como el azabache, pelo corto y descuidado, rostro de pómulos exagerados, ojos pequeños, una nariz muy fuera de proporción y su amplia boca de labios carnosos albergaba lo único salvable de su cara en términos de estética facial ;unos dientes deslumbrantes y parejos .Sus caderas bien definidas estaban embutidas en unos apretados jeans y sus apetecibles pechos varados sobre su tórax y ocultos parcialmente tras una blusa ilustrada de motivos florales multicolores, parecían querer retozar entre mis manos . Una vez completado mi “reconocimiento femenil” solo me restaba penetrar al interior de la nueva edificación y apresurarme a la sala de cine (faltaban pocos minutos para empezar la película). Caminé en dirección a la enorme y moderna estructura de arquitectura y decoración “de revista”, mi silenciosa pasajera también caminaba detrás de mí a una pertinente distancia que fue acortando en la medida que yo avanzaba. Caminamos por un ancho pasillo repleto de tiendas en ambos lados, yo, delante notablemente acelerado, ella, detrás de mí casi pisándome los talones, parecíamos dos indigentes corriendo a una concentración política, donde unos confesos degenerados lanzan funditas de arroz, algunos salamis o pollos gringos vivos desde un pódium o una aparatosa Hummer .
Me disponía a subir por las escaleras, ella aferrándose sinuosamente a mis hombros dio paso a nuestro primer contacto físico. Tuve la impresión que era la primera vez que subía a una escalera automática, me abrazaba nerviosa. Una vez en el segundo nivel no tuve tiempo de apreciar los caros y novedosos interiores propios de las mega-dudosas construcciones donde los billetes higienizados, parecen venir tele transportados directamente desde las salomónicas minas colombianas. Solo estaba enfocado en llegar a mi destino, la mujer seguía pegadita de mí. Un moderno indicador señalaba la ubicación de las salas de cine, en la boletería hice señas para dos taquillas, en la cafetería compré una protocolar bolsa gigante de pop-corn más dos coca colas…, por fiiin!, estaba cómodamente ubicado y con una desconocida a mi derecha estratégicamente sentados en la última fila (por si las moscas). Le entregué su vaso de soda y coloqué las palomitas de maíz entre nosotros. La sala estaba prácticamente vacía, solo la mujer y yo, y 7 u 8 parejas más de cinéfilos esperábamos en silencio.
Después de las palabras introductorias del experto en cuestión seguidas de un débil aplauso, las tenues luces fueron gradualmente palideciendo, una vez a obscuras aparecieron en la pantalla unas letras con una línea horizontal encima, ambas en blanco, apoyadas sobre un fondo azul medianamente obscuro
SONY PICTURES CLASSICS presents…..daba comienzo, A Roma con amor.
En el preámbulo que precede a las primeras escenas, vi de soslayo como la mujer me observaba insistentemente con cierto dejo de melancolía, como si sus pequeños ojos persiguieran los míos, como si quisiera contarme las mil historias de su vida.
Las esperadas escenas empezaron a aparecer en pantalla, respectivos sorbos de soda nos incitaban a sacar de la bolsa que nos delimitaba algunas palomitas de maíz, fue en esa obligatoria coincidencia cuando nuestras manos se rozaron acarreando una necesaria interrupción. Desde ese instante como dos almas necesitadas concluimos trasvasar nuestra euforia al linde de la locura. Nos abrazamos delicadamente, sus carnosos labios se encontraron con los míos, en un torneo de lamidos saboreamos sin medidas el salado de nuestros cuellos, su aliento de hembra provocada enloqueció mis sentidos, la senté sobre mis piernas de cara a la pantalla, acaricié su sexo, sus senos…… sus ganas, sus suaves gemidos detonaron mi lujuria, estábamos definitivamente atrapados en una odisea de pasiones donde el tiempo transcurre tan deprisa que a veces desconocemos hasta de nosotros mismos. Cuando caímos en cuenta ya la película agotaban sus escenas finales, nos escabullimos discretamente del espacio antes que todos los presentes, bajamos las escaleras ahora abrazados, caminamos callados, aun con nuestras ansias de sexo estampadas en nuestras pieles, nos acariciábamos con ternura por todo lo largo del ancho pasillo que nos llevaría al exterior de la imponente edificación.

En una de sus frases célebres,Woody Allen asegura lo siguiente: “el sexo sin amor es una experiencia vacía, pero como experiencia vacía es una de las mejores”, ¿a qué se refiere el cineasta cuando dice “sexo sin amor”?, ¿al sexo extramarital?, ¿el sexo pre-pago?, ¿fornicaría con aquella extraña que caminaba pegadita a mi lado, agregando esta apócrifa “ actividad humana como otra de mis “grandes celebraciones ” para que sumaran tres?, ¡claro que sí !, y estoy totalmente de acuerdo con esta aseveración woodyniana, el sexo sin amor como experiencia vacía siempre seguirá en vigencia por los siglos de los siglos….. Amen.

Una vez en el estacionamiento la abrasé con apetito, solo que esta vez la sentí notablemente alejada, besó mis mejillas y mi frente, descansó su cara por unos escasos segundos en mi pecho, tomó mis manos y luego las hizo resbalar suavemente entre sus dedos, me dio la espalda para luego trasladarse corriendo hasta el adoquinado peatonal, tomar un taxi y dejarme solo y perturbado en aquel estacionamiento y sin decirme siquiera hasta luego, entonces entendí que jamás volvería a verla, nuestro efímero “encuentro cercano”…….. había llegado a su final .
10:25 pm, conduje hacia a mi domicilio ensimismado, con esos vivos episodios disgregados en mi mente, estaba inquieto y afligido por aquella extraña que estuvo a punto de llevarme al desenfreno.
Nunca escuche su voz ni ella la mía, solo gemidos de deseo, nunca supimos nuestros nombres, solo caricias sepultadas a destiempo, tome por el sendero que me llevaría a la realidad y llegué a mi morada a las 10:45pm. En el umbral de la puerta frontal me esperaba una mujer existente con nombre propio, con domicilio conocido y sobretodo bella……. Era Marielena mi esposa, quien con suave voz me daba las buenas noches, la abrasé con profundo sentimiento de culpabilidad, nos besamos por unos segundos para luego penetrar a la calidez del hogar, nuestro dos hijos aún estaban despiertos y me dieron la bienvenida.
Después de un restaurador baño tibio seguido de una liviana cena, mientras descansaba en la terraza, los niños esta vez con sus ropas de dormir bajaron a pedirme la bendición, luego subieron a sus habitaciones. Estaba sentado en mi sillón reclinable fumando un insuperable cigarro Boina Verde Especial de la firma FRANCIS SANTANA, cuando Marielena tocó mis hombros y me dijo al oído ……… querido mío leí en el periódico matutino que la más reciente producción de Woody Allen será comentada y proyectada por dos días en unas de las salas de cine del nuevo centro comercial….ese…que queda en la Avenida del prado azul, solo queda el día de mañana y sé que aun estas disgustado conmigo, hace varios días que prometiste que jamás me acompañaría a una sala de cine, y para mantener tu promesa he decidido que en vez de tu acompañarme a mí, mejor te acompaño yo a ti……así no rompemos tu juramento…… ¿ qué te parece querido mío?, a lo que contesté……… - jajaja, que ocurrente, que linda eres, estoy totalmente de acuerdo contigo mi amor , mañana iremos…. iremos, iremos a verla….creo que se llama….. A Roma con amor, pero prométeme que mientras la estén proyectando te quedarás en silencio…. en silencio total, no…quiero que me interrumpan dos veces seguidas……en la misma película.

 

Hola,
tal vez sea una mala influencia,
pero tu eres un pillo. (jajajajaja)
interesnte lectura.
lo ultimo que vi en cine, fue una titulada
"valiente", un ejemplo a seguir.}
Saludos y mas saludos
¡SONRIE!

 

hola querida mujerbonita ,que bueno volver a encontrarte,salud,saludos y larga vida.