Trastorno bipolar.

Alcanzando cimas,
bajando a infiernos,
soportando sublimes subidas,
teniendo sueños horrendos.
Así es el trastorno bipolar,
constantes vaivenes en el ánimo
que nos hacen con otras cosas soñar.
Risas seguidas de lágrimas
que no todos alcanzan
pues es tan hondo su penar
que prefieren otro camino llevar.
Camino con un solo destino: el suicidio.
Penas grandiosas, penas funestas.
Alegrías confusas, alegrías pasajeras.
Trastorno bipolar: euforia y melancolía.
El trastorno bipolar es un desvarío del alma sin igual.

JUAN MANUEL PEÑA RAMÍREZ (PARLA-MADRID)

 

Describes muy bien ese trastorno amigo, este triste desorden mental del que muchos padecen y que te daña la estabilidad emocional en cualquiera de sus dos polos, sin embargo no es necesario el suicidio, si quien lo padece sigue con disciplina las indicaciones y el tratamiento adecuado, se compensan los síntomas y se encontrará sin duda el equilibrio.Espero que tus versos profundos, y desesperados solo sean producto de una experiencia ajena. Un abrazo hasta donde estás.