Te esperé

Te esperé sentado en la orilla,
del muro que circunda a la playa.
La playa donde todo empezó,
con miradas, sonrisas y charlas.
Te esperé con la mirada perdida,
en el mar profundo y verdoso,
en las aves volando a lo lejos,
y en la espuma que del agua es despojo.
Te esperé suspirando mis temores.
Te esperé como se espera la muerte,
con inquietud que vislumbra un final,
el final que delata tu enojo.
No sé si te asistió la razón,
pues si acaso, al evaluar tú los hechos,
el capricho sometió al intelecto,
siendo ese el motivo,
por el cual rehuiste a mi apego.
Y bajo la penumbra que exhibía el ocaso,
me fui con el recuerdo: de tus ojos claros,
de tus labios rojos, de tus tersas manos,
de tus dulces besos …
¡envuelto en mi llanto!​

 

¡ Muy bueno ! Reconociendo que los ricos, también lloran.

 

Una gran poesía. Enhorabuena. A veces pasa. No es enojo sino falta de fe. La fe es la esencia del amor y la existencia. Sin ella todo se derrumba. Saludos cordiales de Saturno

 

Tienes toda la razón estimado amigo Saturno, no es enojo, sino pérdida de confianza y de fe en el otro. Muchisimas gracias por pasar y expresar tu amable y atinado comentario.

Saludos cordiales,

puroamor.

 

Jajaja Nommo amigo, así se llamaba una telenovela mexicana, sin embargo, no podemos excluir esa posibilidad, es probable que algunos de ellos, también tengan buenos sentimientos. Agradezco el favor de tu comentario,

Saludos cordiales,

puroamor.