Tardes melancólicas (192)

Tardes limpias,
lentas de melancolía,
donde se pierden las
líneas de la palabra
sencilla y elegante.

Tardes insolentes,
grotescas, de fuerte
tristeza y dulce Soledad;
pienso en la dama
de estas tardes de otoño.

Tardes borrosas
de recuerdos; brisa
sutil que volatisa el
último aroma de
tu perfume.

Tarde de silencio,
que mi mano oprime
en los sueños
de mi ilusión;
enferma de secreto,
está tarde de octubre.

Tardes regadas
de suspiros que
enloquecen el suave
y divino llorar del
corazón; resignación,
sólo eso parece
decorar a los poemas.

Tardes pensativas,
donde medito la
irrealidad de un adios
que una tarde de abril
ensombrecio los instantes
de esperanza que
guardaba en la aurora.