Súplica

Venid mi señor
su tardanza me flagela
venid señor a mis tierras
conquistad mis deseos...
Servicial me ofrezco
a tu señorío
deseando tu abrigo
mi cuerpo siente el castigo
del deseo prohibido...
Acudid mi amado señor
a fecundar mi desierto
a calmar mi fuego
que a gritos solicita
tus artes amatorias
y ser elevada a la gloria...​

 

Muchas gracias Maramin por el honor que es tu presencia,gracias por tu comentario que alegra mi pluma...un abrazo

 

Un poema dulce como la miel, y un poco rabioso, por esa dependencia. Lo ideal es el auto-abastecimiento. Que era lo que buscaba Francisco Franco, en España. Un reino que no necesita mercancías de otras regiones del mundo. Porque resulta humillante, arrodillarnos ante los Estados Unidos de América. No obstante, diversidad es Amor. Y es por ello que podemos idealizar a quien es distinto. Sobre todo, si trae buenas ropas, o buenos vehículos motorizados, o buenas cosechas. Le podemos llamar " Señor ", y también, prescindir de sus servicios, en un momento dado. Si es muy caro, lo que vende. No hay una obligación, porque el cliente siempre lleva la razón. En términos absolutos, sí, hay un Señor. Fuera del relativismo, hay un monarca. Y así, en España, tenemos monarquía parlamentaria. Democracia, y rey.

 

He visto que has vuelto a la locura...jeje un placer tenerte enigmatico poeta,saludos

 

un pedido para calmar ese amor loco.. jejej ingeniosa pequeña,
saludos

 

Muchas gracias mi estimado Anthony por tu visita y tu comentario...un abrazo

 

Mi gran Luzyabsenta como siempre me haces sonrojar con tu comentar...un abrazo

 

Dulce e intensa suplica para unos hermosos y certeros versos amiga anie. Un abrazo. Paco.

 

Muchas gracias mi estimado Paco... Saludos