Sueños navideños. La Navidad del carterista

-Y lo mejor de ser un perro, además de poder hablar, es saborear la leche de boca.
-Dirás la leche de vaca
-Y las vacas, ¿no tienen boca?
-Sí, si tienen boca, pero se dice leche de vaca no de boca.
-Y cuando sale de la vaca, ¿no se va a la boca?
-¡Deja de alegar y dime quien sigue!
-Un tipo que se dedica al "dos de bastos". Dijo el perro consultando su lista y haciendo un gesto muy gracioso con la pata.
-¿Es un tahur?
-No, es un carterista que "trabaja" en el metro de Ciudad de México, no cree en Santa Claus y odia la Navidad, pero curiosamente es cuando mejor le va.
-¡Al lío!
Chasqueo los dedos enguantados y se encontraron de pronto a la entrada del metro que a esas horas presentaba una importante aglomeración.
-Veamos. Es el pánfilo de camisa azul, el que trae su chaqueta sobre el brazo, señaló el perro con la pata.
-En estos rumbos no se dice pánfilo sino bartolo, además no debes insultar a nuestros clientes.
-¡Y que va a ser cliente ese sujeto! ¡No cree en nosotros y en su vida ha trabajado un día completo!
-Es que su regalo lo pidieron por él. ¡Chito, no hables que se acerca!
-Buenas noches, jefe. ¿No sabe que tren debo tomar para llegar a Santa Cruz?
-Estoy peor que usted, amigo. Mi perro y yo vamos para el Polo Norte y no sabemos qué rumbo tomar.
El ladrón los miró con aire divertido pensando en la presa tan fácil que le había mandado "la vigencita".
-Pues si algo sé, es que al Polo Norte se llega en bus. Tome esa calle y aborde el autobús articulado. En la terminal podrá pedir nuevas indicaciones.
[FONT=arial]-Muchas gracias.[/FONT]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-De nada, señor. Dijo el carterista dándole golpecitos cariñosos en el pecho, y añadió: cuando llegue allá me saluda a Santa Claus, a los renos y a los duendes. [/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]Se retiro con una ligera carcajada.[/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-¡No, sí se cree muy listo! Seguramente piensa que no notamos que tomó tu billetera.[/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-Lo hará cuando se dé cuenta que es el porta lápices de su hija. Que tiene en su interior una foto de ellos dos tomada el mismo día en que ella salió del jardín de niños. Su carta dirigida a mí, pidiendo que su papi ya no entré más a la cárcel, o como ella dice "esa casona de donde no lo dejan salir" y que por supuesto, llegue a tiempo a la cena de Noche Buena...[/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-¿No sería mejor que usáramos los medios tradicionales para entregar regalos? ¿Además, crees que se enmiende de verdad?[/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-Tal vez, pero así no te podrías convertir en perro, hablar y tomar leche. Y lo que este cliente haga con sus regalos, dependerá de él como de cualquier otra persona. Tú por ejemplo: te obsequié dos horas para ser un perro y te las has pasado quejándote. [/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-Tienes razón. Dijo el perro mientras poco a poco surgían de su cabeza un par de astas y su nariz se ponía cada vez más roja.[/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-Habla, ahora que tienes oportunidad, pero medita antes de hacerlo.[/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-¡Exijo un aumento![/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-Fingiré que no escuché eso.[/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]Chasqueó los dedos de nuevo pensando en la gran pila de paja, manzanas y sorgo que le esperaban a su reno cuando regresaran de repartir obsequios e inundar al mundo con el espíritu navideño.[/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-¡Feliz Navidad, jefe![/FONT][/COLOR][FONT=arial]
[COLOR=#333333][FONT=arial]-¡Feliz Navidad, Rudolph![/FONT][/COLOR][FONT=arial][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font][/font]