Sueño de una noche de verano

SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO

De nuevo, esa puerta entreabierta,
invitando a la tentación lasciva.
Los ojos por delante de sus manos van.
Cuanto más inalcanzable más la desea.

Le deslumbra ella y, sus sentidos trastorna.
Sus sensuales curvas de frío acero,
entre sus ardientes manos imagina.
El mullido triángulo de ella,
a su sexo pegado sueña,
palpando su barra dura.

Adherido a su piel la monta,
cabalgándola al cielo vuela.
Sudores recorren todo su cuerpo.
Entre jadeos entrecortados,
subidas y bajadas interminables,
por coronar la ansiada meta .

Y al intentar querer cogerla,
despierta húmedo bañado,
entre delirantes poluciones.

Sigue resonando en su cabeza:
"Las bicicletas son para el verano.
Hoy entró el otoño.
Tú has quedado fuera.
Y ésta que tú deseas,
no se halla en venta".

Aramis Daram (a un onanista empedernido)

 

Magníficos versos sin lugar a dudas. Un lujo de lectura en toda regla.
Aplausos.

 

Maravillosos versos que narran la amargura de un deseo imposible. Estrellas y un abrazo desde Avila.

 

El lujo para mí, es tu lectura, Luís. Gracias por tu valoración.
Normalmente los versos suelen ser inspirados por la musa que cautiva. En otros casos (y éste es uno de ellos), no es así.
Hasta otra. Saludos

 

Gracias por tus estrellas y abrazo abulense, Josechu. La amargura de un deseo imposible, en la mayoría de los casos, es debida a la inmadurez de quién lo padece.
Un abrazo para ti