SOS

Hola, señor defensor del en teoría democrático reino del estado español.

Soy Francisco Del Valle Cuerva, con DNI 52511907D, de 60 años de edad, natural de Freila, Físico Electrónico, de la promoción 1985-1990, de la Facultad de Ciencias de Granada, profesor jubilado por enfermedad mental para el ejercicio de mi profesión desde 2018. Nacido en Freila, hijo de D. José del Valle Soria, agricultor, nacido en 1926, y Dolores Cuerva Fernández, ama de casa, ambos niño pobres de la “muy lejana guerra civil española”.

El pasado 02 de Noviembre, a plena luz del día, en Ganada, en presencia ciudadana, sufrí una detención ilegal con esposas a la espalda mientras dormía borracho en la terraza del llamado Bar Pivot, por parte de la policía nacional de Granada, propia de una dictadura Hitleriana. Solo por gritar “Franco fue un dictador”.

Con torturas físicas y sobre todo sicológicas, que dada mi enfermedad mental utilizaron para matarme como ciudadano y condenarme al sufrimiento de reclusión psiquiátrica permanente que saben es lo único que me puede dañar.


Tengo los documentos del Juzgado de Granada que lo demuestran.


Ayuda sensor defensor del reino español, estoy muy asustado y recluido en mi casa de Granada, sita en Carretera de Málaga, 67 – Bloque 6 – 1F – 18015.

Mi teléfono es: 649 328 599

¡Ayuda! Temo por mi vida

 

Hola, Paco. No debes tener miedo, nadie te va a dañar. Creo que en primer lugar deberías tranquilizarte y luego pedir ayuda y contar tu caso en algún organismo público de tu ciudad (a lo mejor en los servicios sociales de Granada, te dejo el teléfono 958 185 048)

Un abrazo, compa.

 

ostras Francisco, ¿de verdad te pasó eso? Son cosas que pasan. Es mejor dejarlas estar. Hacer otras cosas. Salir mejor a pasear. Te deseo de todo corazón mejores días para ti. un saludo.

 

Solo eres poderoso, cuando te quieren ver muerto y no te pueden matar, entonces eres dios...

 

Fuerza amigo, vendrán días mejores.

 

Pocas veces hemos coincidido en nuestros escritos, pero lo que cuentas hoy roza el surrealismo.
No sé en qué ni cómo puedo o podemos ayudarte, sea como sea que sepas que cuentas con mi apoyo moral, y seguro que todo esto se queda sólo, en el disgusto.

Ánimo y vamos palante, compañero.