Soplos de Arena

Soplos de arena
que se pierden en
la inmensidad;
corazones rotos
que sienten el vacío
de un día de soledad.

Cantan las musas,
las diosas del silencio,
mapas de lugares lejanos
tatuados en la piel.

y era un rayo de aurora
su fina seda desnuda,
pequeños coloquios
que dicen tanto
sin decir nada.

Era extraño ser
un grano más de arena,
una simple substancia
gris en el limbo.

Un ocaso derretido
en las puertas del quizás,
un adiós que se escapa
como estornudo;
y llama la razón
como una ofrenda.

¡Qué tristes sus manos!
tan crueles y tan tiernas,
espectros de sombras
sus labios de miel.

Yo querría con un verso
volverme su amigo
y amanecer en sus brazos
sin saber por qué...


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