Sonidos

Los sonidos vuelan por mi casa sin hilos que los bajen,
sin camisa de fuerza, sin almidón, a su aire.
Han encontrado un lugar que los protege,
da igual que sea el viento, los maullidos de mis gatos,
las voces de los amigos, los jilgueros en bandadas,
el crujir de la madera, las trascendentes gotas del grifo,
la lluvia sobre el tejado o las llamas de la hoguera.

Pero hay uno rey del bosque, delicadeza que alimenta al ángel,
pantera observando en alto la extensión de su terreno,
música de las esferas... es el lento trasegar de mi sangre.

 

Sonidos como hilos invisibles
los hay gratos,
como el de tus gatos
y de tu pecho, invencibles.



Un verdadero honor leerte en esta magnifica composición, que resume lo tonos en delicados trazos, en inmensas líneas en belleza poética. Mis sinceras felicitaciones y un saludo especial del refugio, por mencionarnos; miauuuuuu.

 

Bucólico, sentido y con una fuerza y ritmo que me encanta.
Dama subterránea enhorabuena... es una maravilla.

Y eso de la sangre.... no sé. no sé.

Abrazos.

 

Víctor, ¿tu también tienes refugio gatuno? ¿o perteneces a él? jejeje Gracias, una preciosida tu comentario. Besos.

 

Gracias, ángel loco, tu siempre tan amable... y lo de la sangre, puesssss yo tampoco sé. Besos.

 

No, si de tanto gato saldrá, la mujer pantera interna
cualquiera se te arrima jajaja
Abrazos crujidores, hermana surrealista

 

jajajajjaaa es verdad, Sergio, tengo una montada con los gatos que... ¡pero es que tu me lo alimentas, hermano! (no, si ahora vas a tener tú la culpa jejeje) Besos de gata.

 

Aquí amiga susi has estao sembrá. Quien escucha a su sangre escucha a su corazón.Por otra parte la palabratrasegar me gusta mucho,será porque me encanta el mundo del vino.Besos,amiga poetisa.

 

Dulci, el mundo del vino es alta cultura, así es que te felicito. ¿Conoces Vinos El Abuelo, frente al palacio real? Besos, amigo.

 

Que exquisito poema, Reina. Esos sonidos que no necesitan hilos son, en tus líricas y congeladas manos, las melodías que quisiera escuchar cualquiera.

Coincido con vosotros en el amor por el vino, aunque tanto amor ha convertido mis "días de vino y rosas" en "días de descafeinao y rosas", ¿que se le va a hacer?.

A partir de ahora, no mas vino "sangre de Toro", abran paso al vino "sangre de Susi", infinitamente más dulce y mas rico. Ese si lo puedo beber y además me encanta.

Por cierto, hablando del Abuelo, ¿has probado alguna vez las torrijas?. Yo hace tiempo que no voy, pero las hacían cojonudas.

Precioso poema, corazón, aunque eso esta garantizado saliendo de ti. Te quiero, Tesoro.

 

Pero....atiende amiga mía, ¿acaso no te has dado cuenta ? no te has preguntado...¿donde se producen todos eses sonidos? incluso el de tu sangre; si estás atenta , yo estaré allí contigo, y verás que los sonidos se producen en ti, todo se produce e en ti, tu eres la gran espectadora, la que observa esos sonidos en si misma.
Te beso, te sostengo.

 

Sí, cami, me imagino que todos esos sonidos lo son porque los escucho en mi misma. Besos... y agarra bien, que está la cosa que arde...

 

Tanito, pues yo las torrijas no me las comía, las pillaba, sin más jeje. No, pero ahora hay que cuidarse un poco, brindo contigo con descafeinao. Te quiero, corazón.

 

Querida poetisaa me transportas a tus letras siempre pero siempre que te leo me lleno de poesia.
Me alegra que existas, me alegra compartir los sonidos.

Besitos de fresa y mi admiracion

 

El mejor lugar donde colgar los sonidos es en este poema, y les has hecho una mansión pequeña pero, que engañando a los sentidos, hay más por dentro de lo que se ve por fuera. Un saludo de Samuel.

 

Tu no te llenas de poesía porque naciste con ella, querida Guadalupe. Besos, preciosa.

 

Samuel, viniendo de ti, me parece uno de los mayores regalos que me han hecho. Gracias, tesoro.