Silencio...

Cae la noche, no puedo dormir... Hoy te vi y nos fundimos en uno,
en esa entrega sin pausa que desborda la pasión, como si fuese la última vez que nos miramos, la última vez que nos poseamos.

Cuanto miedo hay en mis besos, cuanto temor en mis caricias,
cuanta locura en mi cuerpo de entregarme a lo prohibido y dejándome llevar inconsciente hasta tus brazos.

Lo sé... Somos ajenos! Encerrados en una jaula sin poder alzar el vuelo, con el alma casi rota y con pesadas cadenas, condenados a una vida de silencio y amargura.

Solo nos quedan las horas, esas que pasamos juntos, entregados al olvido de la tediosa rutina donde estamos sumergidos ahogándonos lentamente.

Solo atormentan las horas, el silencio tan absurdo que debemos asumir, entregándonos callados, sin poder decir te amo! en las noches que te añoro, en los días que te pienso en los ratos de deseo.

Pero aceptando el destino que intensamente vivimos, en este amor sin preguntas, en este amor sin respuestas, solo amándonos en silencio... Como hacen los amantes!

 

Intensísimo. Las notas amargas aún son bellas, pues señalan el deseo de aferrarse a este amor breve en tiempo, para inmortal en alma...

 

Felicitaciones, buen versar y grandes sentimientos, saludes, mis mejores deseos.

 

Tus letras me han encantado!! Un abrazo!!

 

Muchas gracias Lukas... Abrazos!

 

Hola Marco, gracias por tus palabras... Un abrazo y saludos.

 

Hola Marea, gracias! Un abrazo igual para ti.