Sala de espera

SALA DE ESPERA

Ya por cansancio dormido
y del sopor de la mente
quedome un ansia latente
que les cuento de seguido...

Andando, andando llegué
dónde empezaba la arriada
y al improviso encontré
al paraje iluminada

una estanza entrecortada
en sus muros por las sombras
que eran de gente sentada
o era echada en sus alfombras.

Parloteaban en voz baja
el versar de un responsorio,
me dije ¿será un velorio?
¿dónde la fúnebre caja?

Alcance con la mirada
una alta puerta sombría
que de tanto en tanto abría
y se alzaba uno que entraba...

¿Que fué sueño o pesadilla
que a la memoria apuntilla
de verme a mí mismo entre ellos?
ricos, pobres, feos, bellos,

quién insomne y quién dormía,
quién lloraba y quién reía...
Quize huir de allí lejano
quedó en mí un sabor extraño...

Que al estar ahora despierto
leo en su mensaje abierto:
la vida es para cualquiera
como una sala de espera...