Robándome tu inocencia

Robándome tu inocencia​

​

¡Mira como se me pone la piel
cada vez que te veo!.​

Por mis venas sube lento
el calor de aquellos besos
que nos dimos en silencio
en el más intimo momento,
sin un testigo que entrara
a espiar nuestro secreto.

Y la luna se ocultaba
ruborizada al vernos,
celosa de nuestro amor,
de nuestro amor en silencio.

Solo el cielo nos cubría
con destellos de luceros.

la sonrisa picarona
de dos pájaros en vuelos,
nos envolvió en el momento
con su trino tan hermoso
con su cantar hechicero...

Yo me sentía dueño
de aquel momento tan tierno,
te cobijé con mis manos
con el calor de mi cuerpo,
tus gemidos eran ciertos
y candentes nuestros besos… ​

Yo te mordía los labios;
y en la luz de tu mirada
te miraba muy adentro,
y toque tu corazón
y me robe tu inocencia…​

Y me dije... ¡Que caramba!
Si esto es lo más hermoso
Que ha pasado por mi vida;
sin pensar en consecuencias
ni en tus gritos de dolor
deshoje una hermosa flor
y me bebí tu hermosura.
​

Tomás Escala Cardozo ​

 

Maravilla excelente de poesía divina.

 

Gracias Jorge por tu mensaje, Saludos

 

Intensidad de un momento inolvidable que perdurará en tu bello poema, un gusto leerte, saludos cordiales.

 

El placer es mío Nancy, gracias por tus comentarios son de verdad refrescantes. saludos