Requiem por un amor

Si me llamas y no contesto, puede que el Seol haya caído sobre mi y mi cadáver sea incapaz de responder a tus súplicas; nos vemos querida mia, no extrañes mi cuerpo, extraña mi alma que siéndote mi cuerpo infiel, mi alma nunca se alejó de ti. Es mi hora de partir y nada hay que pueda variar esto, aquella estocada traicionera que la vida me proporcionó quitó las ganas que tuviere de seguir adelante. Sin tu mano no podía continuar y aquel ángel que vigila constantemente nuestros días se apiadó de mi arrebatando el álito de vida que en mi quedaba, gracias doy porque el fin llegó tomandome como un inocente que apesar de conocer lo frio que puede ser una vida en el invierno, nunca conoció lo cálida que ésta puede ser bajo el sol del amor que irradia la joven amada. Parto sin remordimientos y aún así estarás en mi último suspiro, nunca olvides que te amé hasta el final amada mia.

- Pablo Martínez Alonso -

 

profundo y consternate pero el amor jamás muerte, abrazos, Denn

 

Gracias como siempre y si, creo que cuando se enciende la llama del verdadero amor, ésta nunca se apaga.

 

Algunos acentos que cuidar, que le restan fluidez a la lectura.
Una redacción clara y limpia que, sin metáforas poéticas,
logra tocar la sensibilidad del alma del lector.

Estrellitas armoniosas.

 

Gracias por tus palabras y a modo de disculpas, la verdad es que a la hora que lo escribí tengo suerte de que algo cuerdo haya resultado.

 

Desde el Seol se escucha el tono amoroso de la despedida... una prosa que he disfrutado leer, un abrazo!

 

Gracias por tus palabras, y sí fue la despedida a una amiga... bueno en realidad era un buenas noches, pero salieron algunas frases y al final terminé escribiendo algo que nada que ver con un "buenas noches".