Recuerdos de un amor.

Aun permanece la silla quieta
en la sala de la casa.
Silla en la que acostumbrabas sentarte
Te vestías de gloria perfecta
cuando apenas con bata
nuestro futuro lactaba de tus pechos
el amor,
el amor.

Era hermoso verte sonreír en las mañanas
y verte levantar de la silla
por el dormir de unos ojitos lindos
que callaban la mirada
con un sueño
y directo a la cuna sentida
le llevabas al mundo de ángeles
que pintados a mano
le protegían hasta su despertar.

Amaba todos los momentos de amor
que se describían con el toque
de tus manos
y en la silla que ahora permanece quieta
llegaban mis besos
a tu boca
para despedirme
por la rutina del trabajo.

Comprendí que estaba completa mi vida
"familia tengo,"
mi alma alegre sería.

Un día
sonó por repique
estruendoso mi planeta,
mi casa,
mi vino,
mi esposa,
mi replica,
ya no eran.

Todo mi horizonte
y mi existencia.
La esperanza
y la primavera
se habían acabado
antes que lo supiera.

Su vuelo empezó
y mi muerte fue lenta.

Hoy la silla está quieta
y allí está la imagen
de los santos
que un día
mi alma
hasta el infinito
quisiera.​

 

Un poema que desgarra por su historia, conmueve, y uno nunca se imagina su triste desenlace. Creo que representa la vida misma, como nos sentimos seguros ante ella y ella de repente nos deja solos, sin nuestros seres amados y el mundo se nos desmorona.
Ojalà que sòlo sea producto de las musas y no una historia real. El poema està muy bien escrito.

Cordiales saludos compañero.