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¡Qué recuerdos tan bonitos los de la niñez!

Tema en 'Prosa: Generales' comenzado por manuelo, 2 de Julio de 2016. Respuestas: 2 | Visitas: 339

  1. manuelo

    manuelo Poeta fiel al portal

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    ¡Qué cosa tan hermosa la niñez!

    Salí por el camino del Este, el de la alborada, flanqueado casi todo el año por hierba dulce, por trigo silvestre, por avena loca y, en primavera, por alguna que otra amapola. Crucé el ancho arroyo que abraza la aldea no sólo por el Este sino también por el Norte; lo hice por su parte menos profunda, por el vado junto a los antiguos lavaderos, cerca de donde tantas veces había nadado encueritates, como Dios me trajo al mundo, junto a los demás niños de la pandilla. Una pequeña huerta y una fuente rodeada de fragante, aunque algo bastardeada, yerbagüena le daban cada atardecer el último adiós al orgulloso arroyo del pueblo, que navegaba tan decidio como tranquilo entre adelfas, juncos, eneas y grandes matas de poleo hacia el Oeste; y ésto tras ser alimentado por un par de afluentes que saludaban al ruedo del Este, justo antes de entregarle el pequeño caudal, el cual mantenía durante todo el año debido a la lluvia y, sobretodo, a los regadíos. Tras el vado remonté una pequeña cuesta que deja a la derecha varias aranzadas de olivar picual del poeta del pueblo. A unos dos km, el camino y yo nos despedimos y tomamos caminos distintos, siendo el mío campo a través y buscando las montañas.

    Iba tan a buen paso que cuando me golpeó el sol en el rostro ya divisaba la solitaria laguna grande, rodeada de lirios azules (o morados) y palmitos, junto a diversas pequeñas flores amarillas y blancas, la mayoría de ellas margaritas de no más de una cuarta de altura. Cuando era niño jugábamos allí a las guerras, y nos golpeábamos con espadas y lanzas de madera. El único miedo que teníamos era a dejar de ser niños, a dejar de jugar. Había una choza como a unos 20 ó 30 metros del borde mismo de la laguna. En ella vivía “la bruja”, y nadie se atrevía a acercarse demasiado (leía el futuro y ¡jugaba a las cartas!, era una mujer “de otro mundo”). Pero bruja o no, nos tranquilizaba ver el humo saliendo de la chimenea interior, durante el invierno, o de un pequeño hogar hecho con piedras a pocos metros de la entrada durante el resto del año; donde hay personas no hay lobos, o al menos eso era lo que creíamos. Un día nos acercamos a la puerta de su choza y salió, sujetando y tranquilizando a sus dos perros, dos enormes mastines españoles: “nunca corráis a los perros, porque creerán que sois ladrones, y se os abalanzarán y os morderán” -nos dijo-, cosa que ya sabíamos muy bien; nos ofreció huevos fritos con patatas, que aceptamos encantados. Después nos leyó las rayas de la mano: “Te enamorarás de una rubia pero te casarás con una morena”, o algo parecido..., tal vez dijo lo contrario, pero aquello me desconcertó ya que por aquel entonces nunca había oído hablar de los tintes para el pelo. Ahora no hay ni rastro de la choza. Seguramente fue utilizada como leña ha ya mucho tiempo. En fin, ¡qué recuerdos! ¿Cómo ha de escribirse el pasado en pasado o en presente?
     
    #1
    Última modificación: 2 de Julio de 2016
    A Eratalia y Cetrero3 les gusta esto.
  2. Eratalia

    Eratalia Con rimas y a lo loco

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    Me gusta. Está muy bien escrito y descrito.
    Saludos.
     
    #2
  3. Muy originales recuerdos, guardas de tu niñez, Manuelo. Me gustó mucho tu prosa. Un saludo cordial.
     
    #3

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