Para que no dudes que te quiero.

He de confesar que estoy triste
Tu sol en este invierno, no me baña
Y la falta de color por la mañana
Me traen hoy a cuenta que te fuiste.

Y he de confesar, que un poco trasnochado
He temido más tu adiós q el temblor de tierra,
Que ayer saludo nuestra despedida
Y mi mejilla ante tus labios perdió la guerra
Por evitar de alguna forma tu partida

Me confieso culpable del antojo
De llorarte con la piel como un niño
De cerrar mi entender con un cerrojo
Ante la falta corazón, de tu cariño

Llevaste contigo, mi rutina de verte
Y mi hábito por tu sonrisa como un juego
Y si en esta tarde temo perderte
Es porque te llevaste cuanto tengo

conjuga mi tristeza, con mi triste vida
que no conoce ya de amar al ser tu ajena
con estos versos, ve jalando la cadena
y separa de una vez hoy nuestras vidas.

cuando en tu pecho, halles un corazon inerte
escucharas mi corazon latir con fuerza
nadie podra arrebatarme de tu mente
y esperaras verme cruzar por esa puerta