Para mi esposa. (mientras tú no estás).

Ahora que estoy solo y huelo
el perfume que has dejado en cada esquina
que te has puesto en la ropa y en el cuello,
así es como yo adivino tu sonrisa
en todos los rincones de la casa,
en la taza vacía, en la vela apagada;
tu sombra está en la silla y no la alcanzo.
Este melódico silencio, en rondas de cristal
me está invadiendo el alma,
me encoge el pecho, pero a la vez se escapa
y sale por la boca el corazón volando.
Te Quiero...
lo digo en verso, lo digo en Roma, y en Egipto,
lo digo a las pirámides, a las columnas, y a Ti.
Te estoy diciendo que te Amo, que me importas,
me preocupa cuando el llanto suena
y pregunto y nada pasa...
Ven siempre hacia mí: mente a mente.
Ven que te deseo: cuerpo a cuerpo.
Ahora que giro el rostro al sillón vacío
y veo que está tu abrazo en forma de cojín,
tus ojos rubios, imitan un dulzor de miel
con tus pupilas quietas de aguijón extraño.
Echándote de menos...
siento que el alma se multiplica en gozo,
me repite incansable que extraña tu cuerpo,
tus manos, tu cara frágil suave como el pelo.
Te estoy diciendo que te extraño locamente,
que son las cuatro de la tarde apenas
y miro en la cocina y no te encuentro.
Ahora que escribo con este amor ensimismado,
que voy loco por robarte un tierno beso,
que son las cinco de la tarde y no has llegado;
¿sabes?, el sol está cayendo lentamente...
los rayos ahora son monótonos, pero apacibles,
es el punto clave donde duerme el día
o donde cae la tarde enamorando.
Cada hora es un atasco, un golpe lento
que bate al corazón como una fiera;
son las seis y espero tu llegada,
mis ojos coagulados se estremecen
al mirar por la ventana; pero en silencio,
escuchando tus tacones; imaginarios,
y tu ego, tu voz melódica; pero sencilla,
como un tornado falta en esta casa.
Me voy a quedar vacío por dentro...
hueco de escribir tantos sentimientos;
haré mil genuflexiones al poeta
o a la musa que me guía el pulso,
encenderé una antorcha al verso Libre
y otra a la mujer que yo más quiero.

Autor: José Reloba Gómez.
camaron_
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Hola josé recibo tu poema, donde dejas claro el sentir que esa ausencia te provoca, espero que tu esposa lea esto es muy bello, hablan con el corazón en la pluma. saludos para ambos.
¡SONRIE!

 

Hermosos y enamorados versos. Ese sentir profundo mientras ella se ausenta, habla de tu bello sentimiento.
Estrellitas.
un abrazo.
ana