Os digo de mí

Os digo de mí


Paren las musas en mi mente yerma,
y el fruto de ese parto, dolorido,
reclama de mi lira un buen vestido,
con que mostrarse al mundo sin que ofenda.

Del limitado verbo de mi hacienda
revuelvo torpemente el contenido
buscando; para éste que ha nacido,
en ruinosos baúles la mejor prenda.

Que no se extrañe, aquel que no me entienda;
pues yo he visto la escuela desde lejos.
Ni griego, ni latín sabe mi menda;
yo aprendo de la vida y de los viejos,
y trazo al escribir mi propia senda,
abierta a sugerencias y consejos.


Recaredo.

 

Es la vida lo único que enseña y el poeta el mesajero. Buen soneto e inmejorable final. Un saludo

 

Gracias, amigo Castro. Tú si que eres un buen sonetista... Abrazos

 

Sabiduría de ser, la escuela, la vida misma....hermoso...gusto llegar hasta aqui, abrazos y estrellas

 

Gracias, amiga "campesina" por tu visita tus abrazos y tus estrellas. Recibe tú los míos. Recaredo.