No perdamos la razón.

Qué pasa! me lo preguntó
con claridad sorprendente,
por qué siempre está presente
el ayer en su conjunto.

Hará falta más decencia
esa actitud solidaria,
que se ha perdido en el área
transformándose en violencia.

Dónde aflora concurrencia
surge desorden agravio,
que no siendo necesario
altera nuestra existencia.

Complica la situación
se pierde toda unidad,
olvidando la hermandad
se llega a la destrucción.

No se respetan las normas
todo se vuelve bullicio,
se pierde parte del juicio
todo,todo se deforma.

Ha tomado mucha fuerza
el actuar tan desmedido,
que va alejando del nido,
una convivencia tersa.

No perdamos la razón
actuemos con más cordura,
respetar es hermosura
que luce en toda ocasión.​