No me nombres si no entendiste

Ahora soy la mala
antes sólo una tonta
Ahora te lastimo con mis cuernos
antes era la dueña de tus alas

Me juzgas sin saber quién soy
te llenas la boca con tu versión
pero no sabes de donde vengo
y ni cuántas veces
se me rompió el corazón

Soy una oveja negra
un pez contra la corriente
soy libre como un gato
pero fiel como un perro
si me quieren bien.
Puedo ser tu peor tormenta
o tu refugio cuando todo arda
Yo sigo aquí
todo depende de vos
no de mí

No me busques si no estás listo
No me nombres si no entendiste
No soy la que destruye
pero no me dejó destruir

 

Así que ahora eres la mala,
y antes la tonta…
Interesante giro de guion,
pero déjame decirte algo:
yo ya conocía a la dueña de mis alas
y también a la mujer que ahora presume cuernos.

Me apuntas con tu verdad afilada,
y yo te escucho,
porque claro que no sé de dónde vienes,
ni cuántas veces se te rompió el corazón,
pero tampoco creas que el mío
es una taza intacta.

Dices que eres oveja negra,
pez contra la corriente,
gato libre y perro fiel…
Yo digo que eres un acertijo con garras,
y que lo de “si me quieren bien”
es la letra pequeña que nunca leí.

¿Peor tormenta o refugio?
Supongo que eso lo decidirá
el próximo incendio.
Pero te advierto:
si me muerdes, muerdo;
si corres, corro;
y si ardes…
me quedo a ver cómo el fuego nos pinta la piel.

No te busco si no estás lista,
no te nombro si no me entiendes,
y no te destruyo…
a menos que me enseñes
lo divertido que puede ser.