Ni polvo ni cenizas

NI POLVO NI CENIZAS

Guardiana de nuestros días,
sinfonía oscura.
La mano lleva a despertar
la amante que entorna los ojos,
el cerrojo se cierra como una crema para el vientre
y el matadero iluminado,
esa tristeza con la que miras los falsos techos,
esa mesa dispuesta por una sirvienta loca,
grabados de madera con los días
como niños con la cara pintada.
La cabeza de un recién nacido
retiene los rostros de millones de muertos.
El velo de mis dudas
sabe callar los múltiplos salidos de la nada.
Si me hundo en la ceniza seré círculo
y mi alma maldecirá a los mediocres.
Dame los nombres sobre las tablas de agua,
vieja Ramera-Diosa.
[SIZE=3]La trascendencia no puede morir.[/SIZE]
[FONT=Times New Roman][SIZE=3]Esconde el párpado azul debajo del pesado sueño,[/SIZE]
[FONT=Times New Roman][SIZE=3]que no se extinga lo que es distinto,[/SIZE]
[FONT=Times New Roman][SIZE=3]ni polvo ni cenizas.[/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT]