Muerte.

¡Que tiemble el cielo!....
¡Que ardan las entrañas del averno!...
Que sea espada, sangre, grito,
Terror infame, plegarias huecas.

¡Que el aire escriba quejidos!...
¡Que la tierra supure sollozos!...
Que sea rabia, llanto, desconsuelo,
Monstruoso agravio, muerto sueño.

¡Que sea espectral figura
de lenta y angustiosa espera,
de daga corta, certera,
negra, ruín y calavera!

¡Que sea... por Dios que sea!
¡Pero que se muestre,
para hacerle frente
con la risa, las manos, el pecho,
la lengua, la boca y la vida misma!

 

Mejor que no se presente aun, todavía no hemos escrito lo que quedara para la posteridad un abrazo lineas con tremenda fuerza

 

Manueltd, gran clamor o mejor grito a alarido en donde invocas a la que aún no queremos enfrentar. Buen poema.

 

sí, mejor que no se presente aún Némesis, sería batalla desugual.

 

Sí, no quiere nadie Santoro, la paradoja es que todos los días la enfrentamos, pero no la vemos.

 

Bello texto, brillante, magnífico.

 

gracias por tus adjetivos Jorge.