Mis labios se posaron

El dulce cielo
se complace
ante el sol radiante
de esa alegre mañana.
voy caminando
por ese campo florido
hasta encontrar
una hermosa flor.
La más radiante
y cariñosa,
la de los pétalos blancos
esa, la del centro amarillo.
Margarita:
al tenerte frente a mí,
mis labios se posaron
en tus cálidos pétalos.
Y cuál abeja a la flor
bebí tu néctar
con ternura
y con pasión.
El viento de abril
mudo testigo,
de mi amor por tí
nos cobijo con frescura.
Margarita blanca,
eres la más bella,
flor de mi jardín,
¡Eres mi reina!.
¡Te quiero!
porque Margarita
lleva por nombre
mi amor.
¡Bendita seas,
entre todas las flores!

 

Buen poema. Saludos y mis estrellas.Un placer leerte.

 

buen poema..mezclando la naturaleza con el amor...genial

 

Gracias por tu valioso comientario amigo, saludos mcordiales.