Mirando hacia dentro

Ha vibrado
en cada trazo cumplido
-pensamientos prediseñados-
sobre el papiro albor de la existencia

las notas estentóreas
de cada una de sus eras
la sangre las ha heredado

bañados los litorales
generaciones llegarán
con los mismos barriles
copados de sus cantos ancestrales

trivial argumento de su género
baladros exhortados
acopiando ojos, labios y pieles
espíritus cándidos
anodino catecismo
para el amor
y los hijos
del tiempo

mortales
hallados en el vértice imaginario
de esta época
apenas
golondrinas de paso
brotadas desnudas
margaritas en la roca
doblándose ante la fuerza
de los vientos
soportando las inclemencias
de los vacíos

después
lluvias en primavera
colores cerúleos en los ojos
elásticas sonrisas
besos de los cielos
incensando las estancias
con su aroma de gracia
para aquél que respira
muy cerca del pecho

y en el oleaje final
anclados en las playas
y los pies libertos
sepultados en la marga
esperando el navío que ha de alejarse
de estos légamos


prestos
a la frescura de alboradas
abandonando la fibra
nido de huesos
guarida de soberbios


y será la esencia pura
-paradigmas del yo pecador-
abiertas bitácoras
de todos las gestas
en el universo.

​

 

Reflexiones vertidas en gotas de besos que se deslizan en mi alma.

 

Gracias caballero Javier Cortez
por hallar más que 21 gramos de nostalgia.

Cordial saludo.