Mirando el sol

No sé si fuí, ya huérfano de sueños,
Por la vereda del mundo, tras mis pasos.
o si volví, contando mis fracasos
cuerpo y alma. Sólo eso, ya sin dueños.​

Lo cierto es que he portado estos pequeños
delirios, en versos siempre escasos.
Estas risas robadas, de payasos,
este fuego, ardiendo ya sin leños.​

Mas seguiré hasta el fin, alegre el seño,
pues medio lleno, siempre está mi vaso.
Que hay un sol, después de cada ocaso,
y una canción...detrás de todo empeño.​

Marino fabianesi​

 

A veces doce es mejor que catorce o diecisiete. Tres cuartetos maravillosos para decirnos que todo empieza siempre, que las cosas se renuevan y que nos queda la esperanza. Gracias por esta belleza de poema y por tu alegría.

 

Muchas Gracias Luis...esta alegría de escribir se renueva cada dia, con compañeros como tú. Un abrazo.

 

Hola, asi es siempre hay un sol que brilla despues de la niebla, vivir la vida con especial positivismo y alegría, disfrutar sólo el instante como si fuera el último en la vida, siempre con empeño. Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

Agradezco tus palabras, la gentileza que has tenido de acercarte a este rinconcito y tu buena onda. Un abrazo...Marino.