Mirando al cielo desde la orilla del Lago

Jamás volveré a cruzar el Lago por miedo a ahogarme,
Ni me atreveré a acercarme a su orilla interminable pues podría tentarme a en contra de enormes lagartos hambrientos enfrentarme y en sus estómagos terminare por acurrucarme.

Rosas brotan de mi muñeca izquierda, se enredan y esparcen del corazón al cerebro con tu aroma intoxicante por siempre elegante e inolvidable.

La última melodía de invierno solloza en el aliento del viento y el cielo llora sobre mí lavando heridas saladas con dulce sabor.

Jamás intentare de nuevo el Lago cruzar, ni con esos lagartos pienso yo luchar.

No abra más tulipanes azules hablándome francés, ni fantasmas de cachorros de nombre espeluznante.

Ya no habrá curiosidad por saciar ni sed de conocimiento que apagar ya no abra a quien enseñar
de aquello que existe en la luz y obscuridad,ya no habrá a quien proteger ni a quien demostrarle a no temer.

Ahora solo observo el firmamento celeste por si tus alas reaparecen seguiré su blanco destello con la mirada mas no volveré a intentar volar

Si del cielo decides tu bajar ya sabes que aquí en mi pecho, aquí está tu lugar.
Quizá perezca esperando pero la ilusión fallece al final....​

 

¡¡¡Grandioso y soberbio!!! Imágenes genuinas que asen de tu poema, una reliquia.
me encantó leerte Medusa, gracias por regarme aunque un poquito de tu talento.
Besos en mi saludo cariñoso, y el deseo que tengas un radiante 2013.
Ramiro Ponce.