Miguel Hernández vs. Alfonsina Storni.

Sirena,
tu corazón es un erizo,
al menos contempla:
tal vez tienes la soledad que otros buscan.

La tuya,
no cualquiera,
tu soledad en particular.
Tu piel
que acaricia el coral.

No lo subestimes
parece piedra,
pero tiene vida.
Añora tus ojos,
que ven el mar al flotar sóla.
Sueña alcanzarte,
le dan fuerza par crecer,
pero no llega.

Pero ciertas noches,
tal vez dejas de nadar.
Vas a dormir al fondo
en una gran oscuridad.
Recostando la cabecita
en una estrella de mar que te acaricia la sien
raspando suavemente.
Evocando imágenes que calman tu mente,
contando hipocampos,
hasta que te quedas dormida.

Y nos quedamos allá debajo
brillando los dos con la luz de los cuerpos
que logran por fin existir.

Sirena,
el pez mas viejo del río sabe ciertas cosas.
Lo encontrarás cuando empieces a amar
y dejes de pensar tanto.



(Para todos los seres sensibles,
y de entre todos esos seres,
para uno especialmente.)


Una muestra de algo que estoy agrupando bajo el título (¿libro de poemas?):
Imágenes que calman.