Me dijiste que tu nombre era Marcela

Ahora no puedo .​

Necesario es excretar ​

ciertos fluidos de mí.​

Esta noche que me reclama ​

como una más de sus víctimas.​

El espejo de este bar sin nombre ​

,muestra mi derrota roja , ​

en la cara y en la sangre ​

que se agolpa en mis ganas.​

Nada hace el agua del grifo, ​

que como una serpiente se burla ​

de mis manos y se va ​

al lado de esta constelación ​

de razones muertas.​

De su reflejo disfrazado ​

de la mejor noche ,​

vestida de azul , ​

con alas de paloma mía,​

en mis intentos que te ​

dieron mis frutos sobrios .

​

Ahora pienso que tendrás​

apenas el diez por ciento , ​

avinagrado el aliento , ​

disminuidas las ganas solo​

porque no te conocía , ​

sólo porque me dijiste ​

que tu nombre era​

Marcela .
​