Madrid, 11m

Cae lento,
el manto frío de la noche,
como telón en un trágico drama,
ocultando a la vida cual mortaja,
la dolorosa huella,
de la afilada guadaña.

En páramos de espanto,
testigos mudos se alzan,
en formas retorcidas, caprichosas,
como esculturas fúnebres salpicadas,
por rojas fuentes de vidas cercenadas

Descarriladas de las vías de la vida,
ciento noventa y dos almas,
fueron descarriladas,
por viles acciones,
de encanalladas almas.

 

Así es....
bueno tu poema
Un beso
Rosario