Madres

He llevado hoy mi niño al colegio
y de regreso por el vecindario
he visto toda clase de capullos
flores y brotes que inspiran mi canto.

Veo madres que sujetan a sus hijos
con sus brazos hechizados de ternura
caminando con sus límpidas mochilas
hacia una casa donde aprenderán cultura.

Madres que caminan distancias lejanas
con la paciencia que brota de sus antojos
han madrugado para preparar un bocado
que calme el hambre de sus niños e ilumine sus ojos.

Yo admirada veo brotes de diversos colores
que en su misión no conocen de cansancios
con la brisa mañanera caminan a prisa
y a pleno sol exprimen las prendas de sus amados.

La mañana es una cometa fugaz
que nos sorprende con el tic tac del silencio
nuestros pasos se encuentran para soñar
y volver acariciar a nuestros pequeños.

Yo presumo de mi afán y mi desvelo
sollozos de risas y palabras delicadas
mi retoño vierte en mi su tenue mirada
y su genuino amor se convierte en un misterio.

Madres de sol, de lunas y estrellas
madres que cantan, ríen y lloran,
cada mañana lavan sus tristes rostros
con aguas de esperanza, a solas.

 

Qué gusto encontrar tu poema, Olga. Siempre me conmovió ver a las madres llevando a los niños de la mano al colegio, un mundo de ternura en un simple gesto. Es muy grato encontrar este poema a modo de homenaje a esas madres anónimas que cruzamos día a día. Gracias!

Un beso.

 

Gracias, el amor de una madre, es tenue, amable, fuerte, iluso, protector, trascendental, incondicional e infinito......Dios nos creo con su inspiración a la máxima potencia.....