Lo que siguen las masas...

La adhesión irreflexiva a conceptos y tradiciones por parte de las masas puede considerarse un fenómeno que revela la influencia de la inercia cultural y la falta de pensamiento crítico. Estos conceptos, al ser aceptados sin cuestionamiento, se convierten en dogmas que obstaculizan la búsqueda de la verdad y la comprensión profunda de la realidad.

La tradición, en este sentido, puede actuar como un velo que oculta las falacias y las inexactitudes históricas, perpetuando narrativas que no resisten el escrutinio crítico. La aceptación acrítica de estos conceptos implica una renuncia a la autonomía intelectual y a la capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso.

En este contexto, la actitud escéptica y crítica se vuelve fundamental para desentrañar la verdad y desafiar las narrativas establecidas. Al rechazar sistemáticamente los conceptos que no se sostienen en la realidad histórica y en la evidencia, se promueve un enfoque más riguroso y reflexivo hacia el conocimiento y la comprensión del mundo.

La crítica sistemática a las tradiciones y conceptos no cuestionados es, en esencia, un ejercicio de libertad intelectual y de búsqueda de la verdad, que permite trascender las limitaciones impuestas por la aceptación acrítica y avanzar hacia una comprensión más profunda y precisa de la realidad.