Lo que se escribió para ti.

Está soplando pronto la brisa de diciembre por mi ventana
y se mueven con tánta nostalgia
las cortinas de un amor
que ya no las compone
ni las cierra.
Quise no hacerlo yo pues sabía
que de algún modo
así con la brisa
tú volverias a mi piel
que ahora se vierte de añoranza.​

La publicidad me hace recordar
que una vez
te compré flores para esta época
y que también
bebimos vino tinto reservado
al lado de esta misma chimenea
en donde quemaré mis poesías de amor por ti.​

Esa noche fue maravillosa a tu lado.
Justa y perfecta de un diciembre nostalgico.
Diría que damasiado perfecta
como para que nunca más se volviera a repetir
en nuestro encuentro en el jamás
y el reencuentro de nunca venir.​

Las cortinas siguen moviendose
y las campanitas suenan
igual que tu voz perdida
dejandome estelas de pensamientos
y rabía sensata
porque tu muerte superó mi risa de felicidad.​

No puedo creer que al pasar el tiempo,
me de cuenta que vuelves en la brisa
y no puedo olvidarte.
Por eso siento que estás a mi lado
jugando con mi cabello por medio de tu brisa
y manteniendome suspendido
en un suspiro
que se escribió para ti
esta tarde.​