Lo que a ella le gustó

Desde niño yo sentía mi pensamiento de Viejo
pero era que en mi barrio yo compartía con ellos;
y la gente me decía que cuando fuera mayor
yo tendría el esplendor de ser un hombre muy serio.

Yo no sé si les fallé a los de aquella visión,
pero trato y trataré aunque haya tentación;
lo que yo nunca podré es fallarle a mi Señor,
y espero que él me de en todo resignación

En la vida hay momentos que hacen flaquear a uno,
pero esas son las pruebas a ver si uno es un duro,
por doquiera anda el Diablo buscando a cazar las almas,
porque quiere que se vayan con él para arder en llamas.

Si en algo yo no he seguido aquellos sabios consejos,
es haberme enamorado de un amor que es ajeno,
pero a ella le gustó lo que decían que yo,
cuando llegara a mayor iba a ser un hombre serio.