Lo llaman el progreso

Por mucho que te obceques,
por mas vueltas que le des,
lo que es, es lo que es,
no las mentiras que te crees.
Las verdades son jodidas,
y a pocos sientan bien,
sobre todo en estos tiempos
que es todo falso lo que ves.
Las sonrisas de la foto,
a la quinta salen bien,
porque foto sin retoque
ya no tiene ni el carnet.
Yo recuerdo los carretes
de las kodak-kb10,
de captura al revelado
te esperabas casi un mes.
Ahora sobran gigas,
está tu vida en internet,
en el iCloud, en el Google,
te lo guarda hasta la play.
Lo llaman el avance,
un progreso al cien por cien,
pero buscas un recuerdo
y ni te extraña que no esté.
Por la copia de la copia
que no hiciste hace un mes,
te da igual ya ni te importa
porque tienes otras diez.
Lo mismo con la ropa
de Amancio e Inditex,
¿Aqui a quién le importa
como viva un Taiwanés?
La miseria que dejamos,
a quien calza nuestros pies,
este texto es reflexivo
pa’que pienses donde estés.
Pa’que sientas la crudeza
que nos deja el interés,
de mirar por nuestro culo
y yo de eso si que sé.
Egoísmo, avaricia,
nos rompen el saco,
y todos aprobados
en mirar para otro lado.
Hasta los pájaros callados,
los montes deforestados,
de tanto papeleo que manejan
los juzgados.
Créditos, bancos,
facturas impagadas,
listas de morosos,
son familias endeudadas.
Así es como somete
este sistema a las masas,
y esto tiene un nombre,
libertad empeñada.