Lo Imperdonable.

Perdóname pido lo imperdonable,

lo imperdonable haz misericordia

y postrado humilde ante tu alma,

dame tu paz y dame calma;

Dame sed y también agua.


Y con la mía culpa a cuestas,

Júzgame como Dimas;

más no como Gestas.

¿De qué se me incrimina?

Si amar es mi pecado.


No he hecho agravio,

ni nada te he quitado;

Nada digno de condenación.


Más tú si me has robado,

Porque sin darme cuenta,

con suma sutileza…

Hurtaste mi corazón.


Y yo no te condeno,

por este amor eterno;

Redime mi averno

en Lares de tu gloria.


Vivencia y memoria,

suspiro no culpable,

¡Oh Dulce Paranoia!

¡Martirio tan loable!


Autor: Víctor A. Arana

(VICTOR SANTA ROSA)

Marzo 8 del 2017.

 

Y ser, y vivir, y demostrar, y sonreír, y tolerar y vencer y...


¿ Morir ?


Vale, y luego, qué pasa.


Que ya, no eres.
Y como no eres, no vives, no demuestras, no sonríes, no toleras, no vences...


Te da igual. Todo es espacio.
Entonces, no hay nada de relleno.
Todo fue un espejismo.
Era imaginación. Un sueño, hecho realidad.


Un cuento de hadas. Una partida de Ajedrez. Un cuadro al óleo. Una sinfonía al piano...


Y el caso es que parecía cierto, todo.
Considerable.
Hermoso.
Digno y noble.


Existir, aquí y ahora. ¿ Para qué ? Si al final, acabas formando parte de la ensalada.