Libérame

Libérame.​

Otrora fueron tantos encuentros personales,
la complicidad y cada palabra fueron de índole… personales
Las estaciones solo eran cuestión circunstancial,
nada que interrumpiese nuestra reunión confesional.


Entonces, súbitamente…
un brutal silencio se hizo presente.
Dejó de asistir a nuestras habituales reuniones,
y lo explicó con sensatas justificaciones.


Siempre acepté aquellas razones,
pero como nunca, comencé a sentir las estaciones,
frías, largas e inmisericordes.


Mi alma se sintió tan sola,
utilizada durante años y de pronto descartada.
Lo vivo como un duelo en las noches y alborada.


¿Es que no erámos almas hermanas?
¿Aquellas que nunca más serían abandonadas?
¿Porque cortar un vínculo tan fuerte,
que pudo trascender hasta a la misma muerte?.


Y desde entonces
Eternas noches y gélidas mañanas.
Días enteros extrañando la sinceridad
forjada con nobleza y serenidad.


Hoy en día alguna escaza vez pasas a verme,
bien parada, firme, amable pero indiferente.
Algo ha sucedido, cosa tan evidente... yo lo sé,
pero necesito que lo digas transparentemente,
en lugar de la nada irrespetuosa, silencio irreverente.



Sé lo que ha sucedido, es el 'amor' y su amoral efecto
en almas jóvenes en el camino...
solo dilo y transparenta este destino.
Sí, lo aceptaría con dolor y enmudecido.

Mi afecto siempre será incondicional,
y de indeclinable lealtad,
dispuesto a aceptar, tu hambre de experiencia
con su venidera consecuencia.


Viviré una temporada necesaria en la espera,
hasta que puedas liberarte…
al decir toda la verdad...
e iniciaré un viaje sin retorno
deseandote permanente felicidad.