Las puestas de sol.

Gime la tierra lejana
como gime la que mis pies
traza, con huellas tristes,
pesadumbre de olores,
de llantos irreconcibles.

Callada en la sombra
va la esperanza extraviada,
buscando quien le abrace
cual niña mimada,
paciente aguarda voces.

¿Quién el mar abre sin la
vara mágica, mostrándo
la entraña de su corazón?
Se acaba la carcajada real,
tierna amargura sigue.

Gime cual sota de bastos
la tierra que apenas vive,
hombres, dichas y quebranto
a veces va, a veces no,
contado miedos, guerras,
y bellas puestas de sol...

 

Me queda la imagen de una caricia ...consuelo frente al dolor...me ha gustado leerte amiga...
Te abrazo con todo mi cariño...