Las primeras sombras

Las primeras sombras

Toda esta tarde de agua precipitada
ansioso por beber un ron con hielos
con ganas de dormir cinco años de corrido
y soñar tonterías omniscientes y multicolores.

Toda esta tarde de agua precipitada
viendo mi vida que tranquilamente se aleja
todos los demás se han arrojado presurosos
mientras yo impávido me he detenido.

Toda esta tarde de agua precipitada
fallezco contento y perdido de mí
creyendo que hay mucho que olvidar
cerrando por siempre el grifo de la memoria.

Sabiendo que queda menos tiempo para morir
las primeras sombras de esta tarde son muy frías.



Extraído del poemario Morir un poco. 2005

 

Felipe.
A qué viene este poema tan fúnebre?
Besitos.

 

Hermano.
¿un alto para reflexionar? ¿un recuento de los daños? ¿un balance? Como sea, sólo piensa que aun queda mucho tiempo para vivir y tras las sombras siempre existen luminosos espacios.
Un abrazo de oso.