Lágrimas de ajenjo

Lágrimas de ajenjo

Lágrimas de ajenjo

Un nudo en la garganta
de tal mutismo que arrojaba dardos
con la mirada.
¿Sabes del dolor?
¿Lo sabes o solo lo imaginas?
Te contaré:
“Y fue el blanco de unos cuervos negros,
sobrevolaban dando vueltas
hasta marearse de risa.
Arrojando todo lo que en su pico podían.
Una flama envenenada,
un festín de odio

-Todo el vituperio-

¿Dónde estabas tú??

Toc, toc, toc…
suena la puerta,
¿Qué sombra despertó tu somnolencia?
¿Acaso quieres la clave al horror?
Quieres desatar las barracas
del silencio,
o aguantar por siempre el mismo silencio sepulcral.

 

Desgarrador y hermoso, nadie conoce nuestro propio dolor más que nosotros mismos.

 

hola Nelson, si...
y a veces toca seguir
con todo ese dolor,
con los pies pesados...algún rato vez la luz.

 

Y cuando vez esa luz a veces no es lo que esperabas...

 

Excelencia espléndida de maravilla divina.

 

lo edite un poco...

 

La maravilla divina de la obra excelente.

 

Amiga que fuerza de tristeza tienen tus versos, un gusto leerte recibe un fuerte abrazo con cariño.

 

gracias estimado Jorge, siempre tan generoso con tus palabras.

un abrazo

 

gracias Liliana por recorrer mis tristezas,
un abrazo

 

Desgarrador y conmovedor es tu bello poema.
Grato leerte amiga. Un abrazo y Bendiciones.

 

Muestra excelente de poesía divina, admirables letras soberbias.